El Deportivo consiguió el objetivo, pero las formas no convencieron. No aclaró las dudas. Lo tuvo todo a su favor, un buen inicio, un gol tempranero, dos tantos de renta pasada la media hora... pero correspondió a la alegría del rival con una fragilidad defensiva que no puede permitirse un candidato al ascenso directo. Lo mejor, el resultado. Sin duda.
El técnico, Borja Jiménez, que está cuestionado (escuchó silbidos cuando su nombre sonó por megafonía), apostó por un cambio de nombres y de sistema respecto al encuentro con el Celta de Vigo. Bergantiños recuperó la titularidad, pero se incrustó entre los centrales, con Pablo Martínez como novedad en detrimento de Jaime Sánchez; Trilli y Narro actuaron como carrileros; cuatro fueron los centrocampistas, con Rubén Díez y Soriano como más escorados y Villares y Olabe más centrados, y arriba, Quiles como referente. No obstante, esa no iba a ser la partitura del abulense. En sus planes figuraba Isi Gómez por Olabe, pero el centrocampista madrileño sintió molestias en el calentamiento y tuvo que ceder su puesto en el once al salmantino.
El rival, con un 4-2-3-1, era propicio para que el Deportivo se diera una alegría en el partido aplazado de la primera jornada. No se aplazó la reacción blanquiazul. Después de dos empates consecutivos, los deportivistas necesitaban coger confianza con un triunfo. Estaban obligados a ganar.
Las dudas no son buenas compañeras de viaje y el cuadro herculino no tardó en generarle problemas a su rival, un equipo dócil, con evidentes carencias a nivel defensivo y abierto al intercambio de golpes y a un ritmo alto de partido.
Con esas circunstancias, en la vuelta a Riazor había un jugador con la flecha hacia arriba y el 22 a la espalda. Diego Villares vio puerta en Vigo, donde empató el partido con el Celta B, y repitió ante el Talavera, pero esta vez para poner por delante a los coruñeses.
Fue el premio a la insistencia de los de Borja Jiménez en los primeros compases del encuentro. Lo buscó Rubén Díez con un disparo con la derecha tras sentar a Lass a los cinco minutos, y lo encontró, segundos después, en una de las subidas de Víctor Narro por la izquierda. Su centro lo despejó el portero, Rubén luchó por el balón, Trilli se lo dejó al de Villalba y Villares convirtió con la derecha desde la frontal.
Aunque el ritmo bajó un par de marchas, el Deportivo siguió haciéndole daño al Talavera. Villares asistió a Quiles, que se encontró con Rabanillo a los 25 minutos y el poste desvió un centro de Narro que Trilli remató con la derecha en el palo largo.
No solo había que ganar, había que hacerlo con tranquilidad, con convicción. Olabe provocó el córner que ejecutó Rubén Díez hacia Bergantiños, este se la devolvió y el centrocampista colgó el balón con veneno. Lapeña fue a cabecearlo, pero no lo tocó, y el esférico se coló en la portería toledana con la colaboración de Morante.
Estaba encaminado, pero el Deportivo huye de la facilidad. De pronto, le dejó el balón al Talavera, que combinó y fue hacia arriba. Etxaburu tuvo tiempo y espacio, Mackay despejó su lanzamiento y, como en Balaídos, su rechace lo convirtió Rodrigo Escudero a cinco minutos para el descanso. Sonó algo de música de viento en Riazor, bajo la lluvia.
El Deportivo retomó el encuentro con energía y el Talavera lo sufrió. Villares abrió para Trilli y el lateral asistió a Bergantiños, que remató al poste. La suerte estuvo de su lado, el balón tocó en Rabanillo y el equipo coruñés amplió la renta.
Trilli encontró una autopista y el Depor dispuso de ocasiones para cerrar el partido (una de Quiles, otra de Bergantiños y también de Narro), pero no las rentabilizó.
Y eso no fue lo peor. Si frágil fue el Talavera, el Deportivo no se quedó atrás. Hizo agua la zaga a los 66 minutos con un pase filtrado, a la espalda de la defensa, que no despejó Pablo Martínez, Narro perdió la marca de Álvaro Juan y Escudero anotó el segundo.
Pudo ser aun más desalentador el panorama para los deportivistas, pero el delantero del Talavera, con todo a su favor, no llegó por centímetros a un centro servido desde la izquierda, con el exterior.
Borja Jiménez introdujo tres cambios de un plumazo para tratar de despertar al equipo, que se estaba metiendo en un jardín. Entraron Jaime, Antoñito y Svensson, que debutó. Poco después lo hizo Zalazar por Soriano y el Deportivo acabó pidiendo la hora. Ganó, pero no convenció.
Deportivo 3 - 2 Talavera de la Reina |
Deportivo: Mackay; Trilli (Antoñito, m.74), Lapeña, Bergantiños, Pablo Martínez (Jaime, m.74), Narro (Raúl Carnero, m.92); Rubén Díez, Villares, Soriano (Zalazar, m.81), Olabe; y Quiles (Svensson, m.74). Talavera de la Reina: Rabanillo; Brau (Gayoso, m.46), Dani Ramos, Morante, Mayorga; Álvaro Juan, Lass (Javi Bueno, m.69), Zanelli (Lolo Garrido, m.54), Etxaburu (Giuliano, m.69), Souleymane (Bassirou, m.69); y Escudero. Goles: 1-0, M.6: Villares. 2-0, M.33: Morante, en propia puerta. 2-1, M.40: Escudero. 3-1, M.56: Rabanillo, en propia puerta. 3-2, M.66: Escudero. Árbitro: González Díaz, del Comité asturiano. Mostró amarillas a Brau (m.30), Lass (m.49), Lolo Garrido (m.56) y Ramos (m.88), del Talavera; y a Antoñito (m.96), del Deportivo. Incidencias: Partido aplazado de la primera jornada de Primera Federación disputado en el Estadio Abanca-Riazor ante 12.360 espectadores. |