- Me encanta como tira Thompkins.
- Es puro flow. Qué clase.
- Y Barrueta no falla una.

La afición se divierte con la jornada de puertas abiertas del Básquet Coruña en el Coliseum. El equipo exhibe naturalidad y cercanía. También dosis de recelo y precariedad. No saltan al parqué Gus Lima, que ha recaído de su lesión, Thomas Heurtel, que trabaja al margen del grupo, ni Ángel Núñez, el nuevo fichaje, pendiente de solventar un trámite administrativo antes de incorporarse definitivamente.

Tampoco están los tres internacionales convocados con sus selecciones para las ventanas FIBA: el georgiano Beqa Burjanadze, el sueco Olle Lundqvist y el canadiense Phil Scrubb.

En la suave y distendida sesión participan doce jugadores. Tres son del equipo vinculado de Liga EBA, el Calvo Xiria: Niko Cebrián, Santi Martínez y Omar Thiam. Cubren las bajas de Heurtel y Lima, que sí comparecen al final para saludar al público, además de Núñez y los tres internacionales.

Salta primero el cuerpo técnico con Diego Epifanio a la cabeza. El entrenador toma el micrófono para agradecer la visita y el calor de la grada, unas 600 personas, pero lanza un aviso: "Os pido que no grabéis el entrenamiento, por favor. No es que vayamos a hacer nada del partido, pero...".

La plantilla calienta a las órdenes de Gus Gago, preparador físico, y realiza varias ruedas de tiro y ataques sin defensa, ejercicios que dirigen Epi y sus ayudantes, Román Gómez y Carlos Penedo. Cero contacto, no está la cosa para arriesgar a once días del vital compromiso contra el Lleida, el 1 de marzo a las 18.00 horas en el Coliseum.

Después de media hora larga es tiempo para involucrar a la afición. Saltan al parqué un grupo de niños y niñas que comparten la pista con sus ídolos. Tienen un minuto para meter todas las canastas posibles con la ayuda de los profesionales. Hay empate. Y se resuelve desde la línea de tiros libres. La grada ovaciona al ganador, un niño con la camiseta del Leyma. 

La tarde acaba con un sorteo. El club regala una equipación firmada por la plantilla, varias bufandas y dos réplicas del trofeo de campeones de la LEB Oro. Falta la ronda de autógrafos y fotos. La plantilla se muestra accesible y agradecida, pero no olvida lo que de verdad importa. "Lo vamos a sacar adelante", promete el capitán Álex Hernández.