El Deportivo trabajó hoy al abrigo del Abanca Riazor en la que fue su segunda jornada de entrenamiento de la semana de cara a la preparación del duelo del domingo ante el AD Mérida y lo hizo con la única baja de Víctor Narro.

Enfermería

El extremo, que se torció el tobillo durante la sesión matinal del martes, no estuvo hoy con sus compañeros e hizo trabajo personalizado, por lo que concurso el sábado ante los extremeños es dudoso.
Sí que trabajó sin contratiempos el delantero vasco Gorka Santamaría, que el martes se había llevado un golpe, y tuvo que solicitar la asistencia de los servicios médicos.
 

Como novedad estuvo el canterano Dani Barcia, que ha intercalado entrenamientos con el primer equipo y con el Fabril y que, debido a un tema disciplinario, salió en un momento de la pretemporada de la acdtualidad del Deportivo.
 

Una circunstancia a la que Carlos Rosende dio normalidad y quitó trascendencia, asegurando que se trataba de circunstancias que podían ocurrir, achacadas más a errores de juventud y dentro de los procesos de aprendizaje de un futbolista.
 

En lo relativo al entrenamiento al que se sometió el equipo a puerta cerrada, Borja Jiménez dispuso en primer lugar un ejercicio táctico once contra once a todo el campo, en espacios amplios, con continuos cambios de posiciones y futbolistas.

Partidillo

A continuación, el técnico blanquiazul ordenó un partido a tres cuartas partes de campo en el que impartió también constantes instrucciones a sus pupilos.
 

Una tarea en la que el míster ya puso en marcha el plan de partido ante el AD Mérida, que como los herculinos solo lleva un partido. Después de perder en la primera jornada ante el Linares Deportivo (2-0) los extremeños vieron como se aplazaba su partido ante el DUX, ya expulsado.