El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea (UE) y Cooperación, José Manuel Albares, se reunió ayer con el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Migración, Margaritis Schinas, tras la polémica por la queja de Marruecos a unas declaraciones suyas en las que sostenía que Ceuta y Melilla son españolas.
El objetivo del encuentro, según indicaron ambos en Twitter, fue discutir sobre la próxima Presidencia del Consejo de la UE que asumirá España a partir del 1 de julio. “Hemos conversado sobre la próxima Presidencia española UE y abordado temas como el fenómeno migratorio, y la educación y capacitación digital como prioridades estratégicas para la UE”, explicó Albares.
Por su parte Schinas, que se ocupa de la cartera de Promoción de Nuestro Modo de Vida Europeo, indicó que mantuvo un “intercambio productivo” con Albares, con el que habló “sobre prioridades de cooperación, migración, educación y seguridad”. “Queremos avanzar partenariados estratégicos, fuente de estabilidad, prosperidad y oportunidades. Para los europeos y los ciudadanos del mundo”, agregó el comisario griego.
El encuentro se produjo después de que el Gobierno enviara una nota verbal de protesta a Marruecos por la carta remitida por Rabat a la CE quejándose de declaraciones de Schinas y en la que se mencionaba a Ceuta y Melilla como “ciudades marroquíes”.
La Comisión ya mostró este jueves apoyo a las declaraciones de Schinas, que en varias ocasiones se refirió a la españolidad de Ceuta y Melilla y generó las quejas de Marruecos.
En la carta a Bruselas, Rabat recogió una decena de “declaraciones hostiles” de Schinas sobre Marruecos y “las ciudades marroquíes de Ceuta y Melilla”, algo sobre lo que reaccionó de inmediato el Gobierno de Pedro Sánchez con una nota verbal a Marruecos para trasladar su queja.
La portavoz de Exteriores de la UE, Nabila Massrali, señaló la importancia de la protección de las fronteras exteriores de la UE como parte de un enfoque global. “Este es el sentido de las declaraciones del vicepresidente Schinas relativas a las ciudades españolas de Ceuta y Melilla”, indicó, respaldando así los términos usados por el comisario.
En todo caso, Massrali aprovechó para recalcar que la UE y Marruecos cooperan en materia de migración en el marco de una asociación global y que el bloque UE apoya “firmemente” a Marruecos en la lucha contra el tráfico de seres humanos y en el control de las fronteras. La carta enviada por Rabat a las instituciones del bloque comunitario desató nuevamente un desencuentro entre España y Marruecos.
El Gobierno rechazó el lenguaje usado por Rabat que hacía referencia a Ceuta y Melilla como ciudades marroquíes y, en este sentido, recordó que “las fronteras españolas, incluidas Ceuta y Melilla, están internacionalmente reconocidas”.