La dirección nacional del PP se volcará de lleno en la campaña de las elecciones de Castilla y León para lograr una mayoría suficiente que permita dar manos libres a Alfonso Fernández Mañueco sin que Vox “pinte nada” ni tenga la llave de la gobernabilidad. Esos resultados ayudarán a construir un “relato nacional” para contraponer en toda España la “debilidad” de Santiago Abascal con la “fortaleza” de Pablo Casado, informaron fuentes “populares’.

En Génova dan por sentado que el PP “va a crecer sí o sí” en las elecciones del 13 de febrero y manejan datos internos que podrían dar a Mañueco la mayoría absoluta o quedarse tan solo a dos o tres escaños de la misma, al recuperar buena parte de los votantes que se fueron al partido naranja en los últimos comicios.

El Parlamento de Castilla y León tiene 81 asientos. En 2029, el PSOE ganó las elecciones con 35 procuradores frente a los 29 que logró el PP, que al final pactó con Cs, que había conseguido doce. Los populares consideran que el partido naranja puede seguir ahora la estela de las elecciones madrileñas del 4 de mayo, donde Isabel García Ayuso ganó por amplia mayoría dejando sin escaños al partido de Inés Arrimadas.

Cs está amortizado

Una vez que el PP da por “amortizado” a Ciudadanos, el siguiente objetivo en su carrera hacia la Moncloa es Vox. La dirección del PP considera que un buen resultado en Castilla y León, en el que Vox “no pinte nada”, no solo fortalecería a Casado sino que proyectaría una imagen debilitada de los de Abascal que se visualizaría en toda España, añaden las fuentes consultadas.

Los populares manejan datos internos en los que Vox podrían llegar incluso a obtener 7 escaños –alguna encuesta incluso le otorga 10 frente al único procurador que tiene ahora–, un crecimiento importante pero que podría no rentabilizar si no es clave para que Mañueco pueda gobernar.

“Vox sería entonces residual, aunque mejore notablemente sus resultados, porque no pintaría nada en el Gobierno de Castilla y León”, destacan las fuentes consultadas.

Fuentes del PP argumentan que la imagen de un Vox “débil”, unido a “una bajada de impuestos y una buena gestión de la pandemia”, crea “todo un relato” en favor de Casado. “El relato del PP coge credibilidad en toda España porque los hechos demuestran que es así”, destacan.

Mientras, el exvicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea (Cs), cesado el pasado lunes por Mañueco, advirtió de que “apostar todo a sumar con Vox es condenar al país a sus peores pesadillas”.

Igea se refirió de ese modo a la encuesta sobre intención de voto de cara al 13-F que publica ayer El Norte de Castilla, según la cual el PP tendría que pactar para gobernar Castilla y León, y Vox sería la tercera fuerza de la región.

El exvicepresidente de la Junta seostuvo que “un líder de verdad no lleva una calculadora en el bolsillo, un líder debería llevar la esperanza. La mediocridad del PP le hará rehén del fanatismo y la intolerancia”.