Los humoristas rusos Vovan y Lexus afirmaron al programa "Kontraste" de la televisión pública alemana ARD estar detrás de la serie de videollamadas a alcaldes europeos, entre ellos la de Berlín, Franziska Giffey, haciéndose pasar por el regidor de Kiev, Vitali Klitschko.
"No quiero decir cómo lo hicimos, pero fue fácil", declaró en una conversación telefónica con el programa político de la televisión alemana uno de los humoristas, Alexéi Stolyarov (Lexus).
Para engañar de forma creíble a sus interlocutores -entre ellos también los alcaldes de Madrid, Budapest, Varsovia y Viena-, se prepararon bien y recurrieron a la llamada ingeniería social.
Para ello se recopila información disponible sobre las personas y su entorno y se falsifican, por ejemplo, los remitentes de los correos electrónicos para convencer así a los destinatarios.
El arte reside en la ilusión y "siempre funciona", aseguró Stolyarov.
El dúo de humoristas, formado por Lexus y Vovan -Vladímir Krasnov, conocido también con el apellido Kuznetsov- colgará en las redes las grabaciones en vídeo de todas las "bromas", la primera, este jueves, en la plataforma RuTube, una especie de YouTube ruso.
Las afirmaciones de Stolyarov no se han podido contrastar con una segunda fuente y el propio humorista no aportó ninguna prueba ni quiso facilitar el correo electrónico con el que supuestamente concertaron las citas a principios de junio.
No obstante, el dúo de humoristas engañaron con anterioridad en llamadas similares a numerosas celebridades y políticos, entre ellos al primer ministro británico, Boris Johnson, y al presidente francés, Emmanuel Macron, y recientemente a la escritora J.K.Rowling, en este caso haciéndose pasar por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, recuerda la cadena.
Las autoridades berlinesas informaron inicialmente que se había tratado de un "deepfake", es decir, una imagen generada por ordenador con la ayuda de inteligencia artificial.
No obstante, un análisis del programa "Kontraste" basado en capturas de pantalla pone en duda esta versión al considerar que las imágenes parecen haber sido copiadas de una entrevista anterior de Klitschko a un periodista ucraniano, lo que apunta a una reedición del audio y del vídeo.
"Sólo puedo decir que no fue un 'deepfake'", aseguró Stolyarov, que no reveló más detalles acerca de cómo consiguieron convencer a sus interlocutores, al menos al principio de la conversación de que estaban hablando con el alcalde de Kiev.
Giffey, por su parte, declaró a "Kontraste" que "independientemente de quién se atribuya la responsabilidad de la manipulación, de cómo se llevó a cabo exactamente y de cuál haya sido la motivación, sigue siendo un robo de identidad".
"Estas acciones coinciden con las narrativas y los objetivos del Kremlin. Quieren poner en evidencia a los socios de Ucrania y debilitar la confianza en Ucrania y también en nosotros. No lo conseguirán. Condeno este acto. Berlín apoya a Ucrania", subrayó.