Miles de personas piden a Sánchez que se quede al ritmo de Quevedo

Los más madrugadores fueron los gallegos, cuyo acento dominaba la acera en la que la policía les había acordonado a la espera de cortar la calle
Miles de personas piden a Sánchez que se quede al ritmo de Quevedo
Militantes y simpatizantes se han empezado a reunir frente a Ferraz y han sido unos 12.500 | EFE

Los militantes socialistas han vivido este sábado una jornada festiva ante la sede del PSOE donde se han congregado para pedir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que no les abandone; un ruego que han expresado al ritmo de la canción "Quédate" de Quevedo.


A pesar de que el cielo amenazaba lluvia, desde las 8 de la mañana los militantes y simpatizantes se han empezado a reunir frente a Ferraz y han sido unos 12.500 (según la Delegación del Gobierno en Madrid) los que han seguido desde el exterior de la sede socialista el Comité Federal que el PSOE ha celebrado en apoyo a Sánchez.


Los más madrugadores fueron los gallegos, cuyo acento dominaba la acera en la que la policía les había acordonado a la espera de cortar la calle. "A medianoche cogimos el autobús", comentaban los militantes socialistas, según los cuales había incluso "lista de espera" para venir.


Los andaluces han sido los siguientes en aparecer en los autobuses fletados por agrupaciones socialistas desde varios puntos de España. Algunos, incluso, han traído desayuno para los que les esperaban.


Los vecinos de Madrid tampoco se han querido perder la cita. La estación de metro Argüelles (la más cercana a la sede) se ha visto colapsada, en los balcones ondeaban banderas socialistas y taxistas y repartidores hacían sonar el claxon mientras sacaban el puño por la ventanilla al pasar ante Ferraz.
Con las primeras gotas de lluvia han aparecido también los primeros cánticos: "Pedro, no estás solo", "Presidente" o "No pasarán" han sido los más entonados de la jornada.


La organización se ha encargado de repartir banderas socialistas, españolas y LGTBI+. También pegatinas con el eslogan "Claro que vale la pena" y chapas donde se lee "¡Quééédate!", en clara alusión al 'hit' del cantante Quevedo, que hoy ha servido para pedirle al presidente del Gobierno que no abandone el cargo.

 

 

La amenaza se ha cumplido y el cielo se ha roto sobre los manifestantes, que, sin preocuparse por la lluvia, han tratado de acercarse lo máximo posible a las dos pantallas colocadas frente a Ferraz para seguir el Comité.


"Sánchez levantó al PSOE", ha asegurado una de las presentes para justificar su asistencia allí, y, aunque casi nadie pensaba que se vaya a marchar, alguno ha comentado que, si finalmente se va, "servirá como golpe de efecto para que se reaccione ante este tipo de política".


Los manifestantes se han hecho 'selfies' y han pedido fotografías hasta a los periodistas para dejar constancia de su presencia en Ferraz. A pesar de que por el ambiente parecía que fuera a salir al escenario Bruce Springsteen, eran los ministros socialistas y los líderes regionales los que subían al atril a dar discursos.


"Pedro, escucha, tu gente está en la lucha", han cantado, aunque bien podrían haber coreado "está en la ducha", que es como ha acabado un público completamente entregado a la labor de convencer a su presidente de que no les abandone.


Pero el chubasco apenas ha durado media hora y el sol ha querido premiar a los pacientes militantes socialistas sacando las riadas de gente que todavía no se habían animado a salir de debajo de los balcones o de dentro de los bares.


A las 11:00 horas la calle ya parecía el 'front stage' de un festival. "Es imposible pasar", se lamentaba una mujer que tras varios empujones ha desistido en su intento de acercarse lo máximo posible a unos oradores virtuales que, pese a ser los únicos que iban a subirse hoy al escenario, no eran más que los teloneros de esta fiesta. El cabeza de cartel estaba ausente, aunque en la calle tuvieran su nombre continuamente en la boca.


Como en todo concierto que se precie, los artistas han querido darse un baño de masas y los dirigentes territoriales se han echado a la calle para saludar personalmente a los miles de manifestantes.


Por los altavoces ha empezado a sonar "Quédate" de Quevedo, activando el entusiasmo de la militancia, que también ha podido bailar al ritmo de "Pedro" de Rafaela Carrá, "Perra" de Rigoberta Bandini, "Para la libertad" de José Manuel Serrat, "Sobreviviré" de Mónica Naranjo o "Resistiré" del Dúo Dinámico.


Pero el momento más emotivo ha llegado con la retransmisión de "La Internacional". Con puños en alto y los ojos llorosos, los militantes socialistas han vivido una catarsis colectiva.


A esta emoción se han unido también los diputados del PSOE y los miembros de la Ejecutiva, que entre lágrimas no podían creerse su poder de convocatoria. Entre ellos la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que se daba golpes en el pecho y recordaba a los presentes que todo este sarao es "por él".


Los incidentes se han contado con los dedos de una mano en una jornada caracterizada por el ambiente festivo.


Un espontáneo ha entrado entre la multitud al grito de "Pedro dimisión", pero ha sido conducido fuera de la manifestación. Durante el discurso del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se han escuchado silbidos y gritos de "traidor". Y, al finalizar la concentración, una mujer mayor se ha desmayado y ha tenido que ser atendida por la propia Montero, médico de formación.


Concluido el acto a la mayoría de militantes solo les preocupaban dos cosas: dónde estaba el bar más cercano y si el autobús que les llevaba de vuelta a casa les dejaría parar para comerse un bocadillo.

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