La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil planteó al juez que investiga el caso Koldo en la Audiencia Nacional la necesidad de investigar al exministro de Transportes y actual diputado José Luis Ábalos por los indicios existentes de su “papel relevante y de responsabilidad” en la trama.
En un informe de 232 páginas remitido al juez Ismael Moreno, la UCO señala que el presunto conseguidor de la trama, Víctor de Aldama, se habría valido de su relación con Ábalos y su asesor Koldo García para “influir” en la concesión del rescate de Air Europa.
Los investigadores mencionan los pagos en efectivo que supuestamente recibió Koldo García por parte de Víctor de Aldama y que perseguían –dicen– su acceso tanto al exasesor del exministro como al propio Ábalos, a quien se referían como “el jefe”.
“Esos pagos en efectivo –añade el informe– fueron acompañados de otras contraprestaciones también a Ábalos”, quien, de ser investigado, sería ante el Supremo por su condición de aforado. El juez Moreno pidió al Congreso acreditar dicha condición.
La UCO explica que los contratos de mascarillas investigados se gestaron en “un contexto marcado por la premisa de que De Aldama, con la acción permanente de Koldo como intermediario, tenía un nivel de acceso prácticamente ilimitado a la esfera del Ministerio, incluido el ministro”.
Y menciona, por ejemplo, uno de esos contratos, adjudicado por Puertos del Estado y en el que la actuación de Ábalos “habría resultado crucial”. Dice la UCO que el ex secretario general de este organismo Álvaro Sánchez Manzanares llegó a decirle a su presidente que el asunto “ya se había despachado entre el subsecretario de Transportes y ‘José Luis’, en referencia a Ábalos –dice el informe–, “quien terminaba por decidir que se continuara con la ejecución del contrato”.
La Guardia Civil cree que Koldo García era el “elemento de conexión” con el entonces ministro, pero también señala que el exasesor retransmitía “instrucciones directas de Ábalos”, que “se encontraba a cargo del contrato con Soluciones”.
La UCO habla de “una relación de carácter económico entre De Aldama y Koldo-Ábalos” y, para ejemplificarlo, menciona que “era responsabilidad” del primero el pago de alquiler de una mujer “vinculada de manera muy personal a Ábalos”, ya “un año antes de las adjudicaciones públicas” investigadas.
El empresario “se valió de las personas y sociedades bajo su control para abonar esas cantidades, particularmente 82.298 euros”.
También incluye la adquisición por parte de De Aldama de un chalé en La Línea de la Concepción (Cádiz) “seleccionado en primer lugar por Ábalos”, quien sería el “usuario” del mismo, y destaca que su localización fue “inmediatamente después de las adjudicaciones”.
Los agentes conectan esa compra con los hechos investigados y aluden a un documento Excel de De Aldama, llamado “mascarillas”, con una serie de anotaciones de gastos. Entre ellas figuran una de un total de dos millones de euros y otra de 500.000 junto a los nombres ‘El Gran’ y ‘Goblins’. Este último va acompañado de la palabra ‘Casa’.