Un anciano de 88 años de edad ha aceptado este martes una pena de dos años de prisión por un delito continuado de abuso sexual a una menor de 16 años con la que convivía por razones familiares en un domicilio de A Mariña de Lugo.
La vista oral se celebró esta mañana de martes en la Audiencia Provincial de Lugo y, aunque inicialmente la Fiscalía pedía para el acusado una pena de seis años de prisión, finalmente, un acuerdo de conformidad del ministerio público y la acusación particular con la defensa dio lugar a una rebaja de pena.
El fiscal tuvo en cuenta la atenuante de reparación del daño, dado que el hombre indemnizó a la víctima con 9.500 euros, y acordó una pena de dos años de cárcel, 5 de libertad vigilada y otros tantos de inhabilitación para cualquier tipo de actividad relacionada con menores.
Además, el acusado tiene prohibido aproximarse a la víctima o comunicarse con ella durante un período de cinco años.
De acuerdo con el escrito de acusación, los abusos comenzaron cuando la niña tenía solo cinco años. Los hechos sucedieron entre los años 2013 y 2018, momento en el cual la madre formuló denuncia contra el investigado en nombre de su hija, que es menor de edad.
Según el escrito de calificación fiscal, la acusada sufrió tocamientos y besos sin su consentimiento por parte del acusado, con el que mantenía una relación de “familiaridad” ya que convivían en el mismo domicilio.
Según el ministerio público, fue también en 2018 cuando la niña trató de defenderse y empujó al anciano, que se cayó al suelo y sufrió una fractura en la rodilla.