“Fixo unha canteira”. Con estas palabras se expresó ayer una vecina cuya vivienda en A Crocha se vio inundada por la crecida del Río Lérez por las copiosas lluvias caídas entre las seis y las ocho de la mañana de ayer ,con un acumulado de 45 litros por metro cuadrado, sobre todo en el último tramo, cuando se llegaron a registrar precipitaciones de más de 15 litros en 10 minutos. Ello provocó que el agua alcanzase como mínimo en muchas casas el medio metro de altura de agua, pero en algún caso fue más del triple de esa altura. Además, tras desaguar o achicar, quedaron barro y escombros, por lo que hubo que baldear, algo en lo que contaron con la ayuda de los voluntarios de la agrupación de Protección Civil, la dotación de guardia del parque de Bomberos de Ribeira, la brigada municipal de Obras y Servicios y una empresa contratada por el Ayuntamiento pobrense.

Debido a ese desbordamiento del río Lérez se vieron afectadas, en mayor o menor medida, alrededor de 18 casas, en las que el agua entró como un torrente. En uno de los caso, fue un familiar el que tuvo que rescatar a su madre de edad avanzada de su vivienda situada en el lugar de A Crocha, cerca de dicho cauce fluvial, y en la que el agua llegó a alcanzar 1,70 metros de altura en la parte posterior de la planta baja. En otra casa situada en el entorno de O Inferniño, el agua llegó al techo de la planta baja de una vivienda. Las inundaciones ocasionaron daños materiales en el interior de esos domicilios, incluyendo en electrodoméstico, y también en el exterior. Otra de las incidencias registradas en esa zona fue un coche que quedó atrapado en el puente al verse rodeado por ramas, troncos de árboles y escombros arrastrados por las corrientes del río Lérez debido a la referida crecida del cauce fluvial, que pasó por encima del citado puente. Voluntarios de Protección Civil desescombraron y se pudo sacar el coche de ese sitio.

La borrasca provocó que se volviera a inundar la Avenida de Buenos Aires, en Corrubedo, debido a que la red de recogida de pluviales fue incapaz de absorber la gran cantidad de agua caída en muy poco tiempo. La intervención de los Bomberos de Ribeira y los efectivos del Grupo de Atención ás Emerxencias Municipal (GAEM), que levantaron las rejillas, ayudó a desaguar el vial de entrada a la parroquia. De camino a ese lugar, Tuvo que asegurar un cableado de la línea telefónica que se desprendió a la altura del colegio Bayón, así como eliminó una bolsa de agua que formó en Xarás, a la altura del bar Albariño. Igualmente, se desbordó el río que pasa por Os Muiños, a la altura del lavadero de Portochouzo en la parroquia ribeirense de Oleiros. El GAEM también vació otra bolsa de agua que se formó en la carretera de Bretal a Corrubedo, a la altura del colegio de Olveira. Igualmente, se formaron balsas de agua en varios sitios de las carreteras comarcales de titularidad autonómica AC-305 y AC-550, a su paso por la capital barbanzana.

En Boiro se tuvo conocimiento de ocho incidencias de 7.25 a 13.32 horas, como fueron el desprendimiento de un cable eléctrico que suponía un peligro para el tránsito peatonal en la cuesta de Espiñeira; la carretera DP-1105 quedó parcialmente cortaba por la caída de un árbol y otro cayó sobre un puente en Loxo de Arriba-Cures, donde se llevó parte del mismo y la bolsa de agua formada cortaba el paso de los vehículos, mientras que en A Figueira, en la misma parroquia, se derrumbó un muro de piedras sobre la carretera. En Teaño, una casa se inundó por el deficiente estado de la recogida de pluviales; mientras que en Vista Alegre-Lampón un poste de madera cayó sobre un coche; en la AG-11, a la altura del kilómetro 22, cayó una chapa metálica; y en Mosquete se desprendieron piedras sobre un vial. Y en Taragoña-Rianxo cayó un árbol en la carretera de Campo  inmediaciones del colegio Xosé Mª Brea Segade, En estas últimas intervenciones se movilizó a Protección Civil, Bomberos, Policía Local y Guardia Civil, todas ellas de Boiro, e incluso se avisó a la Guardia Civil de Tráfico.

Por su parte, desde el Ayuntamiento rianxeiro indicaron que a causa de las intensas de las últimas lluvias y el arrastre de sedimentos, en la madrugada de ayer se detectó un episodio de turbidez en el agua de entrada a la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Os Gudiños. Por ello, se tomó la decisión de cerrar la entradade la misma para garantizar el suministro en condiciones óptimas. Por ello, la Administración local avisó de que cabe la posibilidad de que en determinados puntos aislados de la red se pudiera haber producido algún episodio puntual de turbidez, con una tonalidad amarillenta, en las primeras horas de la mañana de ayer, pero el alcalde aclaró que "non supón risco algún para a saúde", y agregó quie están trabajando para solucionar el problema a la mayor brevedad posible, y pidió disculpas por las molestias que se puedan ocasionar. Además, en atención al informe remitido por la Agencia Estatal de Meteorología que alertó de fenómenos adversos por lluvia y viento, Julián Bustelo decretó el cierre del paseo marítimo hasta nuevo aviso.