La Agrupación de Tráfico ha localizado y detenido a un joven de 19 años acusado de atropellar mortalmente ayer, a un vecino de O Pino (A Coruña) y, posteriormente, darse a la fuga. Según fuentes del Instituto Armado, el sospechoso resultó ser también de O Pino y que dio positivo en la prueba de alcoholemia a la que se le sometió cuando fue apresado. Se le imputa un delito de homicidio involuntario.

Los hechos sucedieron sobre las 11.40 horas de ayer, cuando un vehículo arrolló a dos personas que paseaban por una carretera, en el interior de túnel. Concretamente, el siniestro tuvo lugar en una pista secundaria que une Ferreiro con Dodro, en un túnel bajo la A-54. A  consecuencia del impacto, falleció uno de los peatones, el hombre de 67 años. La muerte fue instantánea, apuntan las primeras informaciones.

También ha trascendido que las dos víctimas eran cuñados entre ellos. Caminaban por una pequeña acera del interior del túnel cuando hizo acto de presencia el vehículo, circulando a gran velocidad. Se llevó a dos por delante y continuó su camino. La tercera persona que se encontraba con ellos y que resultó ilesa fue la que llamó a los servicios de emergencias para contar lo ocurrido. 

Ejecución presupuestaria 

Hasta la zona se desplazó un operativo formado por los Bomberos de Arzúa y Santiago, la Guardia Civil de Tráfico y una ambulancia y el helicóptero medicalizado del 061 con base en Santiago. Pero, como ya se ha mencionado, los facultativos nada pudieron hacer por salvar la vida del hombre, que falleció en el acto, mientras que la mujer fue trasladada al Hospital Clínico de Santiago. Presentaba heridas de carácter leve en una pierna. 

De inmediato, la Guardia Civil puso en marcha un operativo de localización del presunto autor de los hechos. No había sido posible para el testigo memorizar la matrícula, porque todo había ocurrido demasiado deprisa, pero los investigadores del Instituto Armado contaban con algunos indicios, teniendo en cuenta que en el propio túnel habían quedado restos del vehículo, lo que permitía identificar la marca y el modelo, así como el propio coche una vez hallado. Además, sospechaban que debía de tratarse de un vecino de la zona si había empleado esa pista secundaria. Finalmente, pocas horas después lo localizaban y detenían al joven.