La quinta jornada de huelga del sector del metal llevó a miles de trabajadores a bloquear gran parte de los accesos a la planta de Stellantis en Vigo, donde en medio de un gran despliegue policial, decenas de antidisturbios efectuaron varias cargas. En la marcha participaron unas 5.000 personas. Comenzó en plaza de América y acabó pasadas las 13.30 horas ante Stellantis, donde se concentraron los manifestantes a pocos minutos del cambio de turno en la factoría. Mientras los agentes habían organizado una barrera de contención para evitar el bloqueo de la puerta principal de la fábrica.

Después de varios minutos de tensión en los cuales se llegaron a registrar peleas entre los propios manifestantes y con fotógrafos, hubo lanzamientos de botellas de cristal hacia agentes de la policía, así como piedras, ramas de árboles e incluso una señal de tráfico. Algunos coches aparcados en las inmediaciones fueron dañados. Entonces se registraron varias cargas policiales y los agentes llegaron a disparar material antidisturbios para intentar despejar la Avenida de Citroen, mientras los manifestantes intensificaron el lanzamiento de botellas y alguna bengala.

Sindicatos

Los representantes de CCOO, UGT y CIG advirtieron de que mantendrán las movilizaciones y de que la patronal debe sentarse a negociar porque “se le están acabando las excusas”. Celso Carnero, de CCOO, puso en valor el apoyo de los trabajadores a la huelga, y subrayó que el actual escenario no es el del conflicto de 2009, cuando había menos carga de trabajo. 

“Muchas empresas nos están diciendo que están perdiendo dinero ahora y entienden las peticiones que hacemos”, añadió. Mañana está prevista una nueva jornada de huelga sindical y una nueva manifestación en la ciudad de Vigo.