Ubicada en la avenida de Santa Cristina, número 20, en Oleiros, La Parrocha Dorada surge como un tributo a la emblemática discoteca “Golden Fish”, conocida en los años noventa por su ambiente nocturno y cariñosamente llamada “La Parrocha Dorada” por sus habituales. 

Silvestre Roca, propietario del local, define a La Parrocha Dorada como “una cafetería de concepto moderno” que fusiona lo mejor de la gastronomía y la vida nocturna. “Entre semana abrimos de 17:00 de la tarde a la 1:00 de la mañana, y los fines de semana ampliamos hasta las 3:00”, comenta Silvestre, mientras escribe el proceso de transformación del local: desde una cafetería con merienda y cenas, hasta un pub con luces bajas y música envolvente al caer la noche.

El menú, cuidadosamente elaborado, es uno de los pilares del lugar. Los entrantes son una muestra de creatividad. Se pueden disfrutar, entre otros, de los siguientes platos: virutas de foie de pato sobre tostas de pasas, rollitos de primavera con curry de mango, o una ensalada templada con codorniz escabechada. Además, el pastel de cabracho al albariño resalta la riqueza de la gastronomía gallega. 

“Nos gusta ofrecer algo diferente. Tenemos desde embutidos, una buena selección de quesos, hasta platos más elaborados como la picaña de ternera o setas con huevo a baja temperatura. Uno de los platos estrella es nuestra ensaladilla de langostinos con ventresca de bonito, nos define muy bien. Junto con las croquetas de jamón ibérico del restaurante Culuca o la picaña de ternera que comentaba anteriormente”, afirma el propietario. 

Entre los platos principales, destacan: las gyozas con salsa sweet chili, las croquetas de choco, los langostinos kataifi con ali-oli, o el pulpo a la plancha con puré de boniato a las finas hierbas. No podemos olvidarnos de mencionar los huevos fritos, que se presentan con cecina y foie o con patatas y cola de langostino. 

Coctelería para todos los gustos
 

La experiencia de La Parrocha Dorada no estaría completa sin su amplia carta de cócteles, que incluye tanto clásicos como el mojito o el pisco sour, como elaboraciones más originales. “La Parrocha Caribeña es uno de nuestros cócteles de autor más queridos”, señala Silvestre, detallando su mezcla de ron, lima, sirope de vainilla, albahaca y ginger beer. Además, se adaptan a las nuevas tendencias con varias opciones sin alcohol, cada vez más solicitadas.
 

Un ambiente único

Lo que diferencia a La Parrocha Dorada no es solo su cocina o coctelería, sino el ambiente en el que se disfrutan. “No es el típico restaurante formal. Aquí, la música está un poquito más alta, la iluminación es más atrevida, y el servicio es rápido y personalizado”, comenta Silvestre. Este enfoque informal, pero cuidado, ha convertido al local en un punto de encuentro ideal tanto para cenas relajadas como para comenzar la noche.