En la zona de los vinos, en plena calle Galera, abrió sus puertas hace menos de un año el último proyecto del conocido grupo de restauración Peculiar. Se trata de Ultramarinos Galera, un lugar donde la materia prima de calidad es la protagonista, con un enfoque clásico basado en la hostelería más tradicional.
Conservas, bacalao, chacinas, quesos y preparaciones de cocina sencilla y de temporada son los protagonistas de una carta que apuesta por recuperar la esencia de los antiguos locales de ultramarinos. “Es nuestro homenaje a aquel comercio coruñés que traía los mejores productos de cualquier lugar de España. Los mejores embutidos, el buen bacalao, las especias, conservas, salazones y encurtidos. En nuestra cocina, sencilla, los mejores productos se convierten en los guisos de siempre”, explican desde el local.
El proyecto forma parte del Grupo Peculiar, que capitaneado por dos viejos conocidos de la hostelería coruñesa, Rubén García y Álvaro Victoriano, está detrás de cuatro de los locales más populares de la ciudad: Peculiar, en la misma calle de la Galera, Intenso, una propuesta más informal en la calle Barrera y Charlatán, un local centrado en la brasa y también en la Galera. Todos ellos situados en la misma zona de los vinos, separados por apenas unos metros y unidos por una propuesta de calidad.
En Ultramarinos Galera merece la pena probar los quesos y embutidos, que se pueden llevar a casa también. El huevo frito encapotado, de galo celta, es ya un clásico para sus clientes habituales. Así como la ensaladilla, fresca y ligera, los huevos rellenos o el tomate con ventresca. Fuera de carta se pueden encontrar delicias como el calamar de la ría a la plancha, poco habitual y muy sabroso. En el apartado de postres todos son caseros: mención especial para el arroz con leche, la tarta de queso y el queso con membrillo. Todas ellas preparaciones clásicas, donde el producto de calidad y de proximidad es el centro absoluto.
La propuesta se completa con una buena atención en sala, también basada en el concepto tradicional de hostelería, y una cocina abierta que se ve desde todo el local. El personal trabaja de manera dedicada y detallista, para ofrecer una experiencia gastronómica completa para los paladares más exigentes. Un proyecto que, en menos de un año, ya cuenta con una clientela fiel y muy buenas críticas, entre ellas una recomendación en la Guía Repsol.