Alemania y Francia proponen una UE a varias velocidades para acoger a más países

Alemania y Francia proponen una UE a varias velocidades para acoger a más países
Macron, presidente de Francia / AEC

Alemania y Francia presentaron este martes al resto de países miembros de la Unión Europea (UE) varias propuestas para prepararse de cara a una ampliación a más de 30 miembros a partir de 2030, como la posibilidad de que grupos de países avancen a mayor ritmo o que el desembolso de fondos comunitarios esté más ligado al respeto del Estado de derecho.
 
“No es cuestión de si la UE se tiene que ampliar: se tiene que ampliar”, subrayó en una declaración a la prensa la secretaria de Estado francesa de Asuntos Europeos, Laurence Boone, tras presentar el informe con las propuestas a sus homólogos comunitarios en el Consejo de Asuntos Generales de la UE.
 
Según dijo, el texto “analiza las cuestiones difíciles que tiene que responder la UE y da opciones para responderlas”, y “cómo construir una UE ampliada más fuerte”.
 
Doce expertos elaboraron el estudio sobre cómo afrontar “la ampliación de la UE en el siglo XXI” de forma independiente, con “opciones” ofrecidas por el Gobierno alemán y el francés.
 
“Tenemos que empezar a prepararnos para la ampliación ahora y acometer las necesarias reformas en la UE”, dijo por su parte la viceministra alemana de Asuntos Europeos y Clima, Anna Lührmann, quien constató que “el consenso general es que necesitamos tener este debate”, si bien hubo diferencias en la acogida del informe por parte de los países, reconoció Boone.
 
El informe sitúa en el centro de cualquier reforma o ampliación de la UE el Estado de derecho, que propone blindar más reforzando la condicionalidad del desembolso de fondos comunitarios a que se respete.
 

Cuatro círculos concéntricos

Partiendo de esa base, los expertos proponen afrontar "el futuro de la integración europea" a través de cuatro círculos concéntricos: el más interior contendría a los países más integrados y pertenecientes al euro o a la zona sin fronteras Schengen, y a continuación se situaría la Unión Europea en su conjunto, con todos sus Estados miembros.
 
En el tercer círculo estarían representados los países “asociados” como los del Espacio Económico Europeo, Suiza o incluso el Reino Unido, cuyos vínculos con la UE se centran en el mercado único pero no están sujetos al principio de una unión cada vez más estrecha.
 
Por último, y separado por la “frontera del Estado de derecho”, está un cuarto círculo que representa a la Comunidad Política Europea, la plataforma de reciente creación de 45 países que, además de contener a los estados anteriormente mencionados, incluye a los Balcanes, repúblicas exsoviéticas y otros países en el continente europeo.
 
Entre las novedades que incluye el informe para dar dinamismo a la política comunitaria, algunas de las cuales requieren reformas de los tratados, destaca el “uso general” de la mayoría cualificada en áreas que por ahora requieren la unanimidad, en concreto la política fiscal y tributaria, decisiones en exteriores y defensa y ampliación y Estado de derecho.
 
Así, ningún país podría vetar los avances en la negociación con un país candidato -si bien su entrada en la Unión seguiría necesitando la unanimidad-, ni tampoco el sancionar a un Estado miembro que vulnerara el Estado de derecho -lo que podría lograrse en una votación con mayoría de cuatro quintos en el Consejo Europeo-.
La UE ya cuenta con mecanismos para diferenciar a los Estados miembros -por ejemplo la cooperación reforzara entre los que quieren avanzar más en alguna área- pero el informe subraya que habrá que potenciarlas para “acomodar las diversas preferencias” de una Unión con más de 30 integrantes.
 
Las condiciones principales deben ser el respeto al Estado de derecho y los valores centrales de la UE, además de que el proceso sea inclusivo y abierto a todos los Estados miembros.
 
“Si un país no puede unirse a algo ahora, puede hacerlo después, todo está abierto”, resumió Boone.
 
Por lo que respecta al proceso de ampliación en sí, el informe propone dividir las rondas de acceso en “grupos más pequeños de países” para garantizar un enfoque “basado en los méritos”.
 
Ante la peliaguda cuestión de reformar los tratados, los expertos proponen varias opciones: una convención, una conferencia intergubernamental, un proceso de revisión simplificado, o si no hay la unanimidad necesaria, un “tratado suplementario” entre los Estados miembros que quisieran ir más allá.
 
El informe aborda igualmente retos institucionales y propone mantener el número máximo de eurodiputados en 751, o reducir el número de comisarios (actualmente hay uno por Estado miembro) a dos tercios de los países o imponer un “modelo jerárquico”.
 
También que la Comisión y el Parlamento europeos lleguen a un “acuerdo político” para evitar conflictos a la hora de elegir al presidente del Ejecutivo comunitario, ante la propuesta por parte de los diferentes partidos políticos de cabezas de lista que deben en todo caso ser ratificados por la Eurocámara. 

Alemania y Francia proponen una UE a varias velocidades para acoger a más países

Te puede interesar