La madrugada del 18 de marzo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sin previo aviso, ordenó a sus tropas reanudar los bombardeos contra la devastada Franja de Gaza, rompiendo así el alto el fuego que había firmado con Hamás a finales de enero en Catar.
Se trataba de la segunda tregua en más de año y medio de ataques israelíes contra el enclave palestino, que se materializó tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Durante las casi ocho semanas que estuvo en vigor, Israel y Hamás intercambiaron 33 rehenes por cerca de 1.800 presos palestinos.
Estos son algunos de los acontecimientos y cifras más relevantes que deja este primer mes de nueva ofensiva en Gaza.
El regreso de las bombas israelíes a la Franja se ha cobrado la vida en estos últimos treinta días de al menos 1.652 gazatíes, de los cuales más de 500 son niños, y ha dejado a más de 4.300 heridos en múltiples ataques del Ejército lanzados contra edificios residenciales, escuelas reconvertidas en refugios y en tiendas de campañas que acogen a desplazados, según datos del Ministerio de Sanidad palestino.
El Ejército israelí, como ha venido haciendo desde el inicio de la ofensiva iniciada en octubre de 2023, insiste en sus comunicados que sus ataques no van contra la población civil y que sus objetivos son miembros de Hamás y la Yihad Islámica y su "infraestructura terrorista".
El asesinato de 15 paramédicos (ocho de la Media Luna Roja Palestina y seis de la Defensa Civil gazatí) en la zona sureña de Rafah a manos del Ejército israelí ha sido uno de los momentos que más indignación ha despertado en este primer mes de nueva ofensiva israelí.
Ocurrió el pasado domingo 23 de marzo, cuando tropas israelíes atacaron a un convoy de ambulancias y equipos de emergencias, todos identificados con logos de las organizaciones y las luces de emergencias, que se dirigían a socorrer heridos en Rafah, tal y como corroboró un vídeo grabado por uno de los paramédicos asesinados, que poco después salió a la luz.
Israel alegó primero que no llevaban las luces, atribuyó después este error a la "equivocación" de un soldado e insistió, sin presentar pruebas, en que había miembros de Hamás y de la Yihad Islámica entre los paramédicos.
Desde que Israel empezara su ofensiva en Gaza en 2023, no solo ha prohibido la entrada al enclave de prensa extranjera sino que sus ataques contra reporteros y cámaras gazatíes, convertidos en los únicos ojos de lo que ocurre allí dentro, han sido constantes.
En este último mes Israel ha vuelto a asesinar a varios periodistas, entre ellos el conocido Hossam Shabat, reportero de 22 años y colaborador de Al Jazeera. "Si estás leyendo esto, significa que me han asesinado (...). He dedicado cada momento de mi vida a mi pueblo. Documenté los horrores en el norte de Gaza minuto a minuto", recoge la última carta de despedida que escribió antes de ser asesinado.
Otros tres periodistas murieron tras sufrir un ataque de un dron contra la tienda de campaña donde dormían, ubicada cerca del hospital Nasser (sur de Gaza) y que estalló en llamas. Junto a ellos, otros siete reporteros quedaron heridos.
En total, hay más de 210 periodistas asesinados desde el inicio de la guerra, según cifras del Gobierno gazatí.
Si bien el apoyo a Hamás entre gazatíes se disparó al inicio de la ofensiva israelí, el regreso de los bombardeos diarios sumado al veto de entrada de la ayuda humanitaria -impuesto por Israel desde el pasado 2 de marzo- ha llevado a la población gazatí a una situación límite.
Ese hartazgo se ha reflejado en las primeras grandes protestas celebradas a finales de marzo, desde que estallara la ofensiva, en las que participaron miles de gazatíes con el mensaje de que solo la salida de Hamás de la Franja de Gaza supondrá el fin de la guerra.
Con el fin de la tregua, el Ejército no solo retomó los bombardeos aéreos diarios sino que también reanudó ofensivas terrestres, acompañadas de órdenes de desplazamiento forzosos, con el objetivo de anexionar algunos de estos territorios gazatíes a lo que denomina "zonas de seguridad".
En estos últimos días se ha hecho con el control de toda la zona de Rafah, ubicada entre el corredor de Filadelfia y el Eje Morag, que representa el 20 % del enclave palestino.
Defensa Civil alertó este miércoles que en la ciudad de Rafah quedan todavía al menos 15 familias atrapadas y que han intentado sin éxito coordinar su evacuación con las autoridades israelíes.