El barco humanitario ‘Geo Barents’, fletado por Médicos sin Fronteras (MSF), fue autorizado ayer a atracar en el puerto de Tarento (Apulia, sur de Italia) con 85 personas, después de un único rescate de 41 migrantes y de haber transbordado a otros 44 de un barco mercante que había realizado un salvamento durante el fin de semana. Se trata del primer desembarco autorizado en el marco de las nuevas férreas reglas sobre los rescates de las ONG aprobadas el pasado miércoles por el Gobierno que preside la ultradrechista Giorgia Meloni.
MSF informó de que anoche, tras una petición de las autoridades italianas, trasladó a 44 personas que habían sido rescatadas por un barco mercante y que se sumaban a las 41 que había salvado la tripulación del ‘Geo Barents’. Las autoridades italianas concedieron de inmediato el puerto de Tarento para el desembarco, en el marco de la nueva política aprobada por el Gobierno, que no prohíbe salvar a los migrantes por parte de barcos humanitarios pero complica su tarea.
El decreto, que ayer fue ratificado por el presidente de la República, Sergio Mattarella, prevé la aplicación de un régimen de sanciones administrativas, en lugar de penales, y además permite proceder a “la detención administrativa del buque (contra la cual se admite recurso) y, en caso de reincidencia de la conducta prohibida, su decomiso, precedido del embargo cautelar”. Aunque no se especificó la cuantía de las multas, los medios locales calculan en 50.000 euros la sanción para los barcos y hasta 10.000 euros para el capitán y el propietario del buque si no facilitan la información requerida.