La cifra de civiles fallecidos por la invasión rusa de Ucrania confirmados por Naciones Unidas superó hoy la barrera de los 8.000, indicó la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, que señaló que un año de conflicto también ha causado 13.287 heridos entre la población no militar.
"Nuestros datos son sólo la punta del iceberg en una guerra cuyo coste en los civiles es insoportable", destacó en un comunicado el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk.
Su oficina, que hace un seguimiento de las víctimas civiles desde el inicio de la invasión rusa, publicó hoy un informe anual en el que subrayó que al menos 487 de los civiles fallecidos en un año de guerra y 954 de los heridos eran niños y niñas.
Un 40 % de las víctimas (muertos y heridos) cuyo sexo se conoce fueron mujeres, según el informe, que reconoce que el número real podría ser mucho mayor ya que no hay datos completos de los efectos de la guerra en localidades duramente golpeadas por el conflicto como Mariúpol, Lisichansk, Popasna o Severodonetsk, entre otras.
Por regiones, Donetsk es con diferencia la zona donde la ONU ha confirmado más civiles fallecidos (3.800) y heridos (6.600), seguida por la de Járkov (924 muertos y 2.000 heridos) y Kiev y alrededores (955 muertos y 312 heridos).
La oficina de Naciones Unidas también contabiliza dos fallecidos en la zona de Polonia limítrofe con Ucrania (víctimas de un misil ucraniano que impactó en la zona en noviembre) y 30 fallecidos y más de cien heridos en áreas de Rusia fronterizas con territorio ucraniano (regiones de Belgorod, Kursk y Briansk).
El mes de marzo del pasado año fue el que más víctimas civiles dejó, con más de 3.900 muertes y 2.900 heridos confirmados, y desde entonces la cifra se ha reducido progresivamente, hasta los alrededor de 200 mensuales entre noviembre de 2022 y enero de 2023.
El informe destaca que un 90 % de los fallecidos y heridos civiles han sido víctimas de armas explosivas de amplio impacto (tales como misiles), en su mayoría en ataques a zonas pobladas, con al menos 6.585 muertes y 12.635 heridos.
Un 84 % de esos ataques se produjeron en zonas controladas por el Gobierno ucraniano y un 15 % en territorio ocupado por las fuerzas rusas, indicó el estudio de la oficina de Naciones Unidas.
Este también destaca un fuerte aumento en 2022 de las víctimas civiles (202 muertos y 369 heridos) por minas antipersona, restos de armamento y explosiones de depósitos de munición, que han causado fallecidos desde el inicio del conflicto armado entre Rusia y Ucrania por el Donbás en 2014.
"Cada día continúan las violaciones a los derechos humanos y a la ley internacional, y se hace cada vez más difícil encontrar una salida al creciente sufrimiento y la destrucción, una salida que lleve a la paz", destacó Türk, quien visitó Ucrania en diciembre, al comentar estas cifras.
El alto comisionado recordó también que el conflicto ha dejado a 18 millones de personas en necesidad desesperada de asistencia humanitaria, mientras que unos 14 millones han dejado sus hogares, bien para huir dentro del territorio ucraniano como desplazados internos o bien fuera de él como refugiados.
"La guerra ha afectado desde los más jóvenes, cuyo aprendizaje ha sido afectado o ha quedado detenido por los ataques a instalaciones educativas, pero también a los más mayores y los discapacitados", afirmó Türk.
El alto comisionado austríaco subrayó que muchos de los que se han quedado en zonas afectadas por la guerra son personas mayores que no pueden o no quieren dejar esas áreas tan peligrosas.