Corea del Norte reportó hoy 21 muertes adicionales aparentemente ligadas a la covid y unos 174.400 nuevos casos potenciales, dos días después de informar de sus primeros positivos, mientras el líder Kim Jong-un calificó la actual crisis sanitaria como "el mayor calvario desde la fundación del país".
La agencia estatal de noticias KCNA publicó la actualización de los datos epidémicos contabilizados hasta la víspera tras una reunión de urgencia del politburó norcoreano, presidido por Kim.
Según el balance, desde finales de abril y hasta la víspera se habían detectado en el país 524.440 personas aquejadas de una fiebre de origen desconocido (como estaría refiriéndose a la enfermedad pandémica), de los que 234.630 se habrían recuperado y 288.810 estarían recibiendo tratamiento.
El número de fallecidos contabilizados por el país y vinculados a esta sintomatología asciende a 27, de los cuales al menos uno dio positivo en covid-19, según confirmó el país asiático.
"El politburó discutió medidas políticas prácticas para suprimir y controlar rápidamente la propagación de enfermedades infecciosas en todo el país", según los detalles difundidos por KCNA.
Kim, que señaló la gravedad de la situación, pidió fortalecer las medidas de cuarentena para superar "la crisis", y aseguró que la mayoría de los pacientes están cursando una enfermedad "leve".
El líder del régimen norcoreano defendió el férreo cierre fronterizo que su país acometió en 2020, con el estallido de la pandemia, e instó a las autoridades locales a refinar sus sistemas de cuarentena y concienciar a la población sobre su importancia.
Kim achacó la situación epidémica actual en el país a la "incompetencia" e "irresponsabilidad" de las organizaciones que debían gestionar las cuarentenas, y destacó la importancia de que estudien las políticas aplicadas en otros países y sus logros.
Corea de Norte informó el jueves de su primer brote de covid desde que se detectara el patógeno hace más de dos años.
La situación preocupa por lo contagioso que ha demostrado ser la variante detectada, la subvariante ómicron BA.2, y el hecho de que el país ha rechazado la donación de casi cinco millones de dosis de vacunas por parte del mecanismo COVAX, no ha puesto un solo pinchazo y no tiene aún un plan nacional de inoculación.