El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ha defendido este miércoles en Washington que Estados Unidos y China tienen delante una ocasión importante para reequilibrar sus economías, añadiendo que existe la "oportunidad increíble" de hacerlo junto en el contexto de un reajuste del sistema global de comercio hacia una mayor equidad.
"Existe una oportunidad importante", ha señalado Bessent durante su intervención en un acto del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) donde ha señalado que, mientras Estados Unidos busca reequilibrar su economía hacia una mayor manufactura y un menor consumo, China busca una menor dependencia del crecimiento manufacturero impulsado por las exportaciones y un reequilibrio hacia el consumo interno.
Sin embargo, Bessent ha señalado que, según datos recientes, la economía china se está alejando aún más del consumo y acercándose a la manufactura, por lo que el sistema económico chino, con un crecimiento impulsado por las exportaciones manufactureras, "seguirá creando desequilibrios aún más graves" si se mantiene el statu quo.
"Es un modelo insostenible que no sólo perjudica a China, sino al mundo entero", ha censurado, por lo que ha insistido en que China necesita cambiar.
"El país sabe que necesita cambiar. Todos saben que necesita cambiar y queremos ayudarla a cambiar porque nosotros también necesitamos un reequilibrio", ha afirmado para plantear que "si quieren reequilibrar, hagámoslo juntos. Esta es una oportunidad increíble".
La mano tendida de Washington a Pekín coincide con la información publicada por el diario 'The Wall Street Journal', que este miércoles adelanta, citando a una fuente conocedora no identificada, que la Casa Blanca estudia rebajar sustancialmente los aranceles aplicados a las importaciones procedentes de China, hasta entre el 50% y el 65%, frente al 145% actual, aunque advertía de que la decisión final sería adoptada por el presidente, Donald Trump.
El inquilino de la Casa Blanca también enfriaba el tono de sus comentarios hacia la superpotencia asiática y este martes se mostraba dispuesto a "ser muy bueno" con China y buscar la manera de "trabajar juntos", lo que permitiría que los aranceles a los productos del gigante asiático bajen "sustancialmente", aunque sin llegar a cero.
Por otro lado, el secretario del Tesoro de Estados Unidos ha defendido que el comercio no es el único factor que influye en los desequilibrios económicos globales, apuntando que una persistente dependencia excesiva de la demanda de Estados Unidos, mientras que las políticas de algunos países fomentan el exceso de ahorro, frenando el crecimiento del sector privado o manteniendo los salarios artificialmente deprimidos, frena el crecimiento y "está dando lugar a una economía global cada vez más desequilibrada".
De este modo, Bessent no ha dudado en citar para referirse a Europa el informe elaborado por Mario Draghi, que identifica varias fuentes de estancamiento y propone una serie de recomendaciones para enderezar la economía europea.
"Los países europeos harían bien en tomar en serio sus recomendaciones", ha subrayado al destacar que la UE ya ha dado algunos pasos iniciales, que crean una nueva fuente de demanda global e implican que Europa aumenta sus esfuerzos para satisfacer las necesidades de su economía en materia de seguridad.
En este sentido, ha indicado que si Estados Unidos continúa ofreciendo garantías de seguridad y mercados abiertos, los aliados de Washington deben intensificar sus compromisos con la defensa compartida, por lo que ha señalado que las primeras medidas para elevar el gasto fiscal y en defensa "demuestran que las políticas de la Administración Trump están funcionando".
"América primero no significa América en solitario", ha defendido Bessent para reclamar una colaboración más profunda basada sobre el respeto mutuo entre socios comerciales, que permita a EEUU asumir un rol de liderazgo más fuerte para restaurar la equidad en el sistema económico internacional.
"El 'statu quo' de desequilibrios amplios y persistentes no es sostenible. No es sostenible para Estados Unidos ni, en última instancia, para otras economías", ha asegurado, añadiendo que la estabilidad económica y financiera, es el tipo de sostenibilidad, que eleva el nivel de vida y mantiene a flote los mercados.