La Fiscalía del Tribunal Supremo alemán emitió las órdenes de detención contra un total de 23 presuntos miembros de la “asociación terrorista” de carácter ultraderechista que planeaba la toma del Bundestag y un posterior golpe de Estado y que fue desmantelada el pasado miércoles. La Fiscalía da los nombres de los detenidos y menciona que entre ellos está Vitalia B., a quien identifica como “ciudadana rusa”. Además, agrega que dos ciudadanos alemanes fueron detenidos en Austria e Italia y que se han iniciado las gestiones para su extradición.
El pasado miércoles el Ministerio del Interior y la fiscalía general del Estado habían indicado que la macrooperación lanzada en los tres países se detuvo a un total de 25 ultraderechistas, de los cuales 22 como sospechosos de haberse integrado en la citada organización, vinculada ideológicamente a los “Ciudadanos del Reich”, un movimiento que rechaza la legitimidad de la república federal Alemana en base a teorías conspirativas. El Fiscal General del Estado, Peter Frank, indicó que la organización estaba constituida por una especie de consejo ejecutivo y un brazo armado y que su objetivo era “destruir el orden democrático constitucional en Alemania a través de la violencia y de medios militares”.
El consejo tenía previsto asumir las funciones del Gobierno tras el golpe de Estado y de él formaba parte entre otros una exdiputada del partido ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) que se iba a convertir en ministra de Justicia.
En el brazo armado participaban por lo menos tres individuos que en el pasado habían sido integrantes de las fuerzas armadas alemanas (Bundeswehr). Uno de ellos era miembro del Comando de Operaciones Especiales o KSK, que ya en el pasado había destacado por la orientación ultraderechista de numerosos efectivos.
Frank agregó que parte de los detenidos ya habían pasado a disposición judicial y que en varios casos -entre ellos el del presunto líder de la organización, al que identificó como Heinrich K. R.-, se decretó ya la prisión provisional. Según los medios alemanes, el citado cabecilla es el aristócrata Enrique XIII, príncipe de Reuss, un empresario activo en el sector inmobiliario y conocido por difundir tesis conspirativas y de carácter antisemita, detenido en su vivienda de Fráncfort.