El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, recordó hoy el duodécimo aniversario del inicio de la guerra civil en ese país con un llamamiento a todas las partes a hacer más esfuerzos en busca de la paz, ya que, en su opinión, "seguir como en la actualidad desafía la humanidad y la lógica".
"Las dificultades vividas a la hora de responder a los catastróficos terremotos recientes nos recordaron que el actual statu quo es insostenible e indefendible", afirmó el diplomático noruego en un comunicado.
"Ahora que la guerra entra en su decimotercer año, recordamos con profundo dolor las incontables vidas perdidas, así como los abusos y el sufrimiento sufridos por millones, no sólo los desplazados sino también los miles que siguen detenidos de forma arbitraria o desaparecidos", subrayó.
"Siria esta devastada, dividida y empobrecida, con su soberanía, independencia e integridad territorial comprometidas", describió el enviado de Naciones Unidas, quien añadió que "sin una solución política completa, que resuelva todos los problemas, el dolor del país continuará".
La guerra civil comenzó el 15 de marzo de 2011, cuando manifestaciones que pedían democracia en Alepo y Damasco, dentro de la ola de protestas que se vivían en Oriente Medio y el Magreb durante la Primavera Árabe, fueron violentamente respondidas por las fuerzas de seguridad, que dispararon contra muchos de los manifestantes.
La guerra ha causado entre 300.000 y 600.000 muertos, según distintas fuentes, y unos 13 millones de desplazados, incluidos 6,7 millones de refugiados en otros países.
El presidente de Siria, Bachar al Asad, depositó este miércoles una ofrenda floral ante la Tumba al Soldado Desconocido, situada en los Jardines de Alejandro frente a las murallas del Kremlin, para rendir tributo a los soviéticos caídos en la Segunda Guerra Mundial.
Al Asad, quien llegó a Moscú anoche, llevó al monumento un ramo de rosas rojas con una cinta de colores de la bandera siria y guardó un minuto de silencio en memoria de los fallecidos en la contienda, según imágenes difundidas por la televisión rusa.
El líder sirio acudió a la tumba acompañado de una delegación formada por políticos y militares sirios.
Este miércoles Al Asad será recibido en el Kremlin por su homólogo ruso, Vladímir Putin, según confirmó ayer la Presidencia rusa.
Se espera que ambos líderes aborden asuntos relativos a la cooperación política, económica, comercial y humanitaria, además de las perspectivas para el arreglo de la situación en el país árabe.
La última visita del presidente sirio a Rusia tuvo lugar en septiembre de 2021 y entonces también fue recibido por Putin en el Kremlin, aunque el contenido de la reunión no se conoció hasta el día siguiente.
El líder ruso, a su vez, estuvo en Siria en enero de 2020.
Putin habló por última vez por teléfono con Asad a principios de febrero para ofrecerle ayuda tras el devastador seísmo que sacudió Siria y Turquía.
Según informó el ministerio de Defensa, Rusia suministró más de 20 toneladas de ayuda humanitaria a Siria, entre alimentos y mantas.