El luxemburgués Nicolas Schmit recibió este sábado el apoyo del Partido de los Socialistas Europeos (PSE) para ser su cabeza de lista para las elecciones al Parlamento Europeo del 6 al 9 de junio y como candidato a presidir la Comisión Europea entre 2024 y 2029, durante el congreso de la formación celebrado en Roma.
Un ramo de rosas rojas y una ovación cerrada de la familia socialista europea siguieron al anuncio de que Schmit había sido proclamado por unanimidad, a mano alzada, para ser el rostro de la campaña a las elecciones europeas y luchar por dar la vuelta a todas las encuestas que les sitúan como segunda fuerza en el Parlamento Europeo entre 2024 y 2029.
"Estoy dispuesto a liderar nuestra familia política, a defender nuestras ideas, a hablar con los ciudadanos, los trabajadores, los agricultores, a escuchar sus preocupaciones, a practicar un diálogo sólido y a presentar nuestros sólidos proyectos socialdemócratas", aseguró Schmit.
El ascenso de la extrema derecha, que estuvo presente en muchos de los discursos de los líderes durante la mañana, ocupó también un lugar prominente en las promesas de Schmit para la próxima legislatura, para la que avanzó que rechazará cualquier cooperación con cualquier fuera de ultraderecha o ultraconservadora.
"Quiero mandar un mensaje al PP europeo y a los liberales: sed coherentes con vosotros mismos, permaneced fieles a vuestra propia historia, a vuestro compromiso europeo", dijo Schmit en un largo discurso.
La normalización de estas fuerzas, añadió, es "peligrosa e irresponsable" porque "no tienen otro proyecto más allá de destruir la democracia y la Europa social de todos". "Los socialistas queremos una nueva Europa que proteja y que incluya, y eso sólo se puede hacer con una Europa social fuerte", dijo Schmit.
El luxemburgués, que compartió su historia personal en varias ocasiones y explicó, por ejemplo, que su abuelo fue una de las víctimas de la invasión nazi de Luxemburgo en 1940, aseguró que venir de una familia de clase obrera le ha hecho ver las realidades a las que se enfrentan las industrias en crisis al adaptarse a modelos económicos nuevos.
"Este es hoy el caso para muchas regiones, sectores y trabajadores. Quiero mandarles un mensaje: no dejaremos solos a esos trabajadores. Ayudaremos a todos los trabajadores de las industrias afectadas a encontrar un trabajo nuevo y bueno", aseguró, convencido de que "una Europa más social completará" lo que se empezó en Roma con los tratados que dieron origen a la Unión Europea.