El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, dio a conocer ayer una serie de subidas de impuestos y recortes del gasto público para generar 55.000 millones de libras (unos 63.000 millones de euros) en los próximos cinco años, a fin de reducir el endeudamiento del Reino Unido. El ministro conservador presentó en el Parlamento el muy esperado plan fiscal, con el que el Gobierno de Rishi Sunak espera aumentar en unos 25.000 millones de libras (28.555 millones de euros) la recaudación y recortar el gasto en 30.000 millones de libras (34.266 millones de euros).
El plan de los ‘tories’ estará centrado en tres pilares: la estabilidad financiera, el crecimiento económico y la protección de los servicios públicos, dijo Hunt, que adelantó que el Reino Unido ya entró en recesión. Sunak, cuyo mandato será juzgado en gran medida por el éxito o fracaso de su plan económico, dio un giro de 180 grados en la política fiscal de los conservadores, después de que su predecesora, Liz Truss, dimitiera en octubre a raíz de las turbulencias en los mercados financieros que provocó su programa fiscal anunciado el 23 de septiembre.
Como se esperaba, Hunt anunció una reducción de 150.000 (171.000 euros) a 125.140 libras (143.240 euros) del umbral de ingresos anuales a partir del cual se pagará la banda más alta del impuesto sobre la renta (del 45%) mientras que congelará, en lugar de aumentarla, la proporción de ganancias libres de impuestos, para poder incluir a más contribuyentes en los próximos años y aumentar la recaudación.
A las empresas de petróleo y gas les elevó del 25 al 30% el impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios, generados por el fuerte incremento de los precios energéticos a nivel global, mientras que establecerá una tasa provisional del 45% sobre los excedentes a las generadoras de energía.