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miércoles | 18 diciembre | 2024
El ejército ruso redobló sus ataques para envolver a las tropas ucranianas que defienden el estratégico bastión de Avdivka, la llave del sur del Donbas, batalla de la que depende también el éxito de la contraofensiva ucraniana hacia el mar de Azov.
“Los objetivos del enemigo son muy primitivos. (El presidente ruso, Vladimir) Putin necesita como sea alguna clase de resultado positivo, ya que durante mucho tiempo inflaron” la situación en el frente, comentó ayer Mijailo Podoliak, asesor de la Presidencia ucraniana.Mientras, Ucrania entró oficialmente en horario de invierno, sinónimo de bajas temperaturas, caminos intransitables y problemas logísticos para ambos bandos.
Según los medios, seis brigadas motorizadas rusas fuertemente equipadas y acompañadas de aviación y artillería pesada, participan en esta ofensiva desde hace tres semanas.
Los combates son cruentos por el control de las zonas industriales del norte y sur de Avdivka, donde hay una planta de coque y una cantera, respectivamente. Mientras los partes de guerra rusos no informan sobre la marcha de la ofensiva sobre la ciudad, Kiev también reportó sobre una veintena de embestidas contra Marinka, la otra localidad estratégica situada al sur de la ciudad de Donetsk.
La adopción esta madrugada del horario de invierno en Ucrania es un aviso de que el tiempo corre en contra de las ofensivas de ucranianos y rusos. La pérdida de Avdivka, situada a escasa distancia del aeropuerto de Donetsk, sería mucho más importante que la derrota en Bajmut, la ciudad tomada en mayo por los mercenarios rusos del Grupo Wagner. Por eso, dos brigadas ucranianas motorizadas que combatieron en Zaporiyia fueron movilizadas para evitar su caída.
Los expertos advierten de que la derrota en esta batalla bloquearía a las tropas ucranianas en el sur y convertiría en papel mojado los avances en el norte. Aunque los medios no se atreven a reconocerlo y el presidente, Volodimir Zelenski, exige en sus discursos avances continuos, la realidad parece confirmar que la contraofensiva en el sur se ralentizó e incluso congeló en las últimas semanas.
Para Rusia la ofensiva es también vital, ya que el actual ritmo de producción de su industria militar no le permitirá hasta 2025, según los analistas, lanzar otra ofensiva a gran escala.
En este sentido, la prensa rusa informó sobre el regreso al campo de batalla de los temidos mercenarios. Un unidad del batallón especial Arbat, que combate en Avdivka, está integrado exclusivamente por wagneritas.
Fuentes ucranianas también confirmaron la presencia en Donetsk de esos mercenarios, que habrían accedido a firmar contratos con Defensa.
A su vez, el comandante de las fuerzas especiales de Chechenia, Apti Alaudinov, confirmó que la Guardia Nacional está contratando antiguos mercenarios wagneritas para integrar el destacamento Ajmat.
