La construcción de una de las principales infraestructuras viarias de la comarca coruñesa se interna en una fase crucial aunque, por su envergadura, no será la definitiva. La empresa encargada de horadar en Perillo la antigua N-VI, a la altura del cruce de Solymar, comenzó esta semana a dar forma a la glorieta que sobre el futuro túnel regulará el tráfico en superficie. Aunque los trabajos nunca se han paralizado ni han sido objeto de retrasos trascendentes desde que en diciembre de 2021 se puso la primera piedra de un proyecto, cuyo coste supera los doce millones de euros, las previsiones más optimistas no llegarán a cumplirse: la circulación no será soterrada este mes de septiembre como en su momento anunció el propio alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane.
La iniciativa de reforma contempla la construcción de la mencionada glorieta elevada, la ordenación de accesos y los cruces peatonales con seguridad. La longitud de la actuación es de 600 metros y, según fuentes del Gobierno, mejorará de modo notable la funcionalidad de la N-VI, en el tramo de Perillo, y el nivel de servicio de los tráficos de acceso a la ciudad de A Coruña.
Asimismo, se mejorará la permeabilidad peatonal en el entorno de la carretera, que contará en el nivel superior del enlace con un semáforo de pulsador, minimizando los impactos del tráfico (contaminación acústica y ambiental) sobre el entorno urbano.
El futuro enlace será de tipo diamante con glorieta superior. El tronco de la ahora denominada AC-12 discurrirá enterrado entre muros pantalla de pilotes, lo que permitirá alojar en el nivel superior del enlace la glorieta en superficie que resolverá los movimientos con la N-VI y la AC-174.
Por otra parte, el tramo soterrado de la N-VI contará con calzadas de dos carriles para cada sentido de circulación, separadas por un sistema de contención de vehículos muy rígido. Asimismo a ambos márgenes de la nueva rasante de la carretera nacional se situarán los ramales del enlace, que a su vez actuarán como vías de servicio para acceso de los vecinos a las propiedades colindantes.
Cabe indicar que el regidor planteó al Ministerio de Transportes, responsable de este proyecto, la necesidad de aprovechar los trabajos para realizar una serie de mejoras en el entorno. Así solicitó la construcción de una pasarela peatonal entre las plazas de Areeiros y Agramar y nuevas aceras.