Los profesionales sanitarios que integran los equipos de HADO (Hospitalización a Domicilio) siempre me han parecido admirables. Tienen un trabajo doble: asistir a los enfermos y acompañarles. Su misión es atender a pacientes que requieren cuidados especializados de rango hospitalario en su propio domicilio, garantizándoles una eficacia y seguridad similares a las que recibirían mediante una hospitalización convencional.

No hace mucho tiempo departí durante unos minutos con dos integrantes de uno de estos equipos-médico y enfermera- que acababan de visitar a una paciente que vive cerca de mi domicilio. Hablamos antes de que entrasen en el pequeño utilitario de color blanco y en sus lomos el acrónimo HADO.

Me comentaron que su misión, su trabajo, es mejorar la salud y la calidad de vida de las personas posibilitando que cada vez más pacientes sean atendidos en sus propios domicilios. Insisten en que “muchas veces es sentarte, mirarles a la cara poniéndote en su lugar, y decir las palabras adecuadas relacionadas con su padecimiento”.

Por mi parte les añado términos como humanidad en la asistencia, compromiso con la calidad y la seguridad, y responsabilidad social.

He leído un informe reciente en el que se señala que el mero hecho de que el médico y el personal de enfermería estén con ellos, a su lado, es insustituible.

Cuando profundicé en el documento mi memoria se rebobinó y me situé en el cuarto curso de la Facultad de Medicina donde el profesor Oya, catedrático de Médica, nos recordaba el papel que puede jugar de forma decisiva el médico al sentarse en la cama y cogerle la mano al enfermo. Nos decía que esa acción muchas veces era complementaria con los fármacos.

Los cuidados paliativos incluyen además de tratamientos médicos y farmacológicos todas las atenciones del equipo interdisciplinar de cuestiones psicológicas, de enfermería, sociales, de terapia ocupacional y pastoral.

Constituyen un verdadero sistema de apoyo y soporte integral para el paciente y su familia. Se trata de la atención que se brinda para mejorar la calidad de vida de los pacientes de una enfermedad grave o potencialmente irreversible

Me interesé por los datos oficiales relacionados con los cuidados paliativos. En el 2023 el número de personas atendidas en Galicia de forma paliativa fueron 1.076, reflejando los de hospitalización a domicilio y los de las unidades de agudos. El porcentaje es 57% hombres y 43% mujeres.

Soy de los que creo que la demanda de este tipo de atención continuará creciendo en los próximos años. Los integrantes de la Unidad HADO seguirán recorriendo los domicilios. Su trabajo es admirable.