La escasa transparencia del sistema financiero que envuelve a las autonomías de nuestros país, hace propiciar una desigualdad en el propio sistema, entre las más beneficiadas y las que menos reciben.
El sistema de reparto actual fue diseñado en el año 2009 y se ha quedado sin revisar desde entonces, debido a las constantes demandas de las comunidades, especialmente Cataluña, se hace por tanto, urgente, una revisión del sistema, pero, ésta se complica, tras la última cita electoral, por que dicho modelo, amparará la desigualdad territorial de las regiones españolas, será muy difícil afrontar su cambio, los partidos que apoyan a Sánchez, tienen la sartén por el mango y pedirán lo que no está escrito y más, para los suyos.
De este modo, los partidos nacionalitas o regionalistas, exigirán al Gobierno, una mayor financiación, haciendo que el sistema acabe empeorando o colapsando en el tiempo, para la mayoría de las comunidades actuales. La guinda, la marca el gobierno regional catalán, con sus múltiples exigencias. Al cual, seguramente se le conceda cuando proponga o al menos la mayoría de lo que pidan sus separatistas.
De un tiempo a esta parte se les ha dada de todo y siempre es poco y quieren cada vez más, como la propuesta de una amplia amnistía, de la que hasta no hace apenas tiempo, el PSOE, la consideró inaceptable, debido a ser inconstitucional. A parte de brindarles una mejor financiación en un futuro inmediato, condonándoles parte de su deuda actual y todo ello en perjuicio de las demás comunidades.
Como es sabido, las comunidades Vasca y Navarra, van por libre, con sus privilegios forales y Cataluña, pretende superarles financieramente. Cuando, se empiezan a levantar voces en el resto de España, por las exigencias de los regionalistas de aquella comunidad. Mientras Sánchez les hace guiños para seguir gobernando en una situación difícil tanto para él como para el resto de los españoles.
El mandatario catalán y los demás que le siguen, una de las mayores exigencias, aparte de las anteriores, es la cesión en su totalidad a Cataluña, de los tributos recaudados por el Estado español, en aquella región.
La única solución a este total despropósito, es un acuerdo marco, entre los dos mayores partidos de la Cámara Legislativa y dejar a un lado al resto, para lograr encauzar de modo estable, una situación que empieza a empeorar.
De ese modo no habría abuso posible, que beneficiase a una comunidad en concreto, en perjuicio de las demás.
El problema existe, porque el presidente del Gobierno de España, seguirá su andadura, mientras pueda y las tesis se admitan, cuando todo comience a ir mal, entonces decidirá abandonar la nave, dejando al país sumido en una grave crisis económica.