Marear la perdiz

Los políticos con competencias directas en la materia siguen empleando la famosa frase tan manida y recurrida de: “¡Tú más!”. De este modo intentan echar la culpa al oponente de cualquier desaguisado, problema o negligencia que se haya producido. Es el constante juego de la dialéctica, de las palabras y de intentar sacarse el problema de encima sin apenas perder tiempo para de una forma individual, consensuada o conjunta buscarle una solución. Eso es lo fácil no sea –piensa el político–que meterse en un terreno un tanto resbaladizo le haga perder votos de cara a la siguiente elección. Es lo único que les importa. Piensan que el ciudadano, pasando un poco de tiempo, se olvidará del problema y le volverá a entregar su voto para que le represente. Craso error sobre todo si hablamos de los moradores de las tierras levantinas que van a tardar mucho tiempo, yo diría que años, en empezar a recomponer sus vidas.


He estado unos días fuera de Galicia y a mi vuelta veo que aquí nadie quiere asumir responsabilidades de la tremenda tragedia originada en el Levante con más de dos centenares de muertos y más de una decena de personas desaparecidas cuando escribo el artículo.


Quiero expresar mi total indignación con los políticos, centrales y autonómicos, utilizando para ello una frase de origen cinegético con la que título mí trabajo: “Marear la perdiz”. Una expresión que tiene un claro significado y que se contempla en esta definición: “Hacer perder el tiempo en rodeos, circunloquios o dilaciones que retrasen u obstaculicen la resolución de un  problema, como mera táctica dilatoria”. Puede que la expresión deje a más de uno confundido si es que no la oyó nunca o desconoce en qué términos se puede expresar y sobre qué contenidos. Para mí la utilización clara y contundente es que le estamos enviando al receptor con nuestro mensaje algo muy claro y que como se dice en términos coloquiales que vaya al grano y que deje de dar vueltas sobre un tema sin ser directo para hacer perder el tiempo a los demás de forma intencionada para no llevar a cabo una tarea que hay que hacer.


Los mensajes de los políticos pertenecientes al PSOE y PP, siguen creando confusión entre los ciudadanos en general y muy particularmente entre los del Levante que han pagado el precio más elevado que se puede pagar con motivo de una catástrofe de tan grandes dimensiones sin que los responsables de protegerlos lo hicieran de manera coordinada y adecuada para que el siniestro no sesgase tantas vidas.


Han pasado muchos días y desde los gobiernos Central y Autonómico de Valencia siguen sin asumir de manera clara y directa las responsabilidades políticas que se le pide siempre al que es el depositario de los votos del pueblo. A una declaración a título personal, utilizando las redes sociales o en sede parlamentaria, se contrapone otra de signo contrario desmintiendo todo y enfatizando en demasía que el culpable es el otro. Lo que viene a significar que día tras día siguen mareando la perdiz para de este modo no asumir responsabilidades.


Antes de mi viaje escribí un artículo en el que decía que era fundamental sumar fuerzas y que no era el momento de los enfrentamientos sino de buscar soluciones para unos pueblos que fueron devastados tanto en lo anímico como en lo material.


Finalizo mi artículo recordando las palabras pronunciadas por el arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto Fernández, en las que hablaba de un desbordamiento de solidaridad que se debe continuar en el tiempo y en los próximos meses “cuando el tema deje de ser noticia hay que seguir trabajando y ayudando con todas nuestras fuerzas a estas personas”. Insistió en que es algo que afecta a todo el mundo y que las administraciones tienen que ir de la mano para coordinar de la mejor forma posible los trabajos de reconstrucción de todos aquellos pueblos.


Me gustaría que los políticos con responsabilidades en la materia leyeran estas palabras con detenimiento. De hacerlo así todo iría mejor.

Marear la perdiz

Te puede interesar