Podemos ha roto con Sumar dejando en ridículo a la vicepresidenta Yolanda Díaz quien horas antes de que Ione Belarra anunciara que los cinco diputados que tienen en el Congreso se pasaban al Grupo Mixto aseguraba que no había peligro de ruptura. Desconcertados por el portazo, desde Sumar acusaban de transfuguismo a quienes hasta hacia unos minutos eran sus compañeros de viaje. Las tensiones en el seno de la coalición armada por Yolanda Díaz, veterana militante del Partido Comunista, eran de todos conocidas. Desde el mismo momento en el que Pablo Iglesias ¡qué ojo el suyo! la nombró a dedo para dirigir la coalición los dirigentes de Podemos empezaron a ser preteridos. Ione Belarra llegó a confesar que desde el pasado mes de julio Yolanda no se le ponía al teléfono. Tampoco consiguió que Pedro Sánchez mantuviera a Irene Montero al frente del Ministerio de Igualdad. Yolanda Díaz qué en buena parte le debe a los votantes de Podemos la cosecha obtenida por Sumar en las elecciones del 23 de julio se olvidó de ellos así que se realizó el recuento de votos y se proclamaron los resultados. Si te he visto, no me acuerdo. Una purga en la mejor tradición de las organizaciones de la izquierda comunista.
Vista la precariedad parlamentaria del PSOE, la ruptura apareja consecuencias políticas que alcanzan a la estabilidad del Ejecutivo. Para sacar adelante sus proyectos de ley el Gobierno de coalición necesita los votos de todos los partidos del Congreso que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez.
En esa dirección amenazan las palabras de Ione Belarra --secretaria general de Podemos-- al decir qué a partir de ahora Sánchez --son palabras textuales-- tendrá que negociar con ellos cada uno de sus proyectos. Empezado por los Presupuestos. Los cinco diputados de Podemos le pueden crear problemas caso de ponerse de frente. Patxi López, el portavoz del PSOE, que no se caracteriza por la finura de sus análisis, ha salido del paso diciendo que confía en que Podemos nunca votará en contra de las iniciativas de este Gobierno al que califica de progresista. Ya veremos. Cosas vimos en la anterior legislatura que indican que el entramado que ha conseguido Sánchez renovando la coalición Frankenstein está cogido con alfileres. Ahora, además de negociar con Junts, ERC, Bildu el PNV y la propia Sumar, también tendrá que hacerlo con Podemos. Visto el despecho del que procede la ruptura con Yolanda Díaz, les van a apretar cuanto puedan. Pablo Iglesias, que aunque esta retirado de la primera fila de la política sigue teniendo en su mano el mando a distancia de la formación morada, ha recordado que los cinco diputados de Podemos valen lo mismo que los cinco del PNV. Es una forma de decirle a Sánchez que vaya tomando nota porque con sus desplantes han obligado a Podemos a romper la mayoría que le dio la investidura. El resentimiento es muy mal compañero de viaje.