El relato –los audios secretos dela corrupción del PP– ya es la realidad novelada con los nombres de los “malos”, sus cómplices y deja en ridículo a los que miraron para otro lado. Los principales actores en esta novelada actualidad, son Cospedal –a la sazón secretaria general del PP– y el comisario Villarejo, en el lejano año de 2013. Son otras pruebas más de que entre los dos personajes aquí citados trataron de tapar el escándalo de la caja B de Génova y a la vez que se obstruía la investigación se mandaba a los secundarios –el poli chófer de Bárcenas, por ejemplo– para tener las cosas bien atadas y se cerraba el círculo espiando a otros partidos. Se le puede añadir humor negro recordando que un falso cura intentó “birlar” algún secreto que podía estar en casa del señor Bárcenas.
De todo esto hay amen del relato publicado por la prensa –con El País en primer lugar– la banda sonora que recopila toda la historia en su edición digital. Por eso insisto: falta la película. Ah y, por supuesto, la opinión del nuevo presidente de los populares, Núñez Feijóo, que siempre se distinguió por su amistad y seguidismo del patrón de toda este novelón, el señor eme punto Rajoy.
Precisamente en estos días recordamos ¡no se puede celebrar el hecho como es evidente! Que hace diez años el entonces presidente del gobierno de España afirmó de forma solemne que aquella “ayudita” millonaria para salvar el caos económico, era gratis. Ahora sabemos que nos costó a cada español alrededor de setecientos cincuenta euros. Otro peliculón que resultó ser un drama que todavía arrastramos pues el “entierro” resulta carísimo. Tal vez por eso tampoco se ofrece nadie para hacer una película.
Y la siguiente historia también opta –cuando la veamos en imágenes después del NoDo– a un premio Goya. Se dijo siempre que la distancia es el olvido pero no puede ser cierto y, por eso, es de agradecer que Felipe VI y su papá Juan Carlos I han quedado para verse en Madrid. Toda la historia de los últimos tiempos con el Emérito de indudable protagonista cuesta –¿o mejor decimos costó?– por los exteriores que deberían filmarse en Abu Dabi donde, dice la prensa madrileña, padre e hijo se reunieron en un entierro. Otro argumento que acepta todo género: drama, cine negro y de viajes exóticos.