¿Criticar a este Gobierno, no reconocer cuanto hace por nosotros, es “alimentar a la ultraderecha”? Eso pareció sugerir este miércoles el presidente Sánchez en su comparecencia en la sesión de control parlamentario en una respuesta dada a su ‘aliado’ el portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, que se mostró algo ‘contestatario’ con el Gobierno socialista.
Me preocupa: a veces me siento crítico con algunas de las cosas que hace y, sobre todo, que no hace este Ejecutivo, y puedo darle a usted mi palabra de que, de ‘ultra’ yo, nada. Ni por la derecha ni por la izquierda. A veces me siento un ‘ultra’ de centro, y a estas alturas casi empieza a darme igual que ese centro imposible se escore hacia un lado u otro.
Creo que está cometiendo un grave error de concepto, de táctica y de estrategia quien asesore a Pedro Sánchez y a sus ministros para que culpen a la ultraderecha de cuanto pasa en este país. ¿Que hay una huelga de camioneros? La ultraderecha, que está vaciando las estanterías de las grandes superficies para dar la sensación de que estamos ante un gran desabastecimiento.
¿Que se nota, se siente, el descontento de la gente? Estos de Vox que fomentan manifestaciones en las calles para fastidiar al resto de los ciudadanos. A este paso volveremos a hablar de Franco como el gran responsable de todo; bueno, en realidad, de vez en cuando aún sacamos a pasear el fantasma del dictador, como este miércoles ha hecho la vicepresidenta Yolanda Díaz en su respuesta parlamentaria a la diputado de Vox (una ‘ultra’ por tanto) Macarena Olona.
Me temo que, así, lo que está haciendo el PSOE es engordar, no sé si intencionadamente, la sensación, muy cierta por otro lado, de que Vox sube imparablemente, cosa que, a mí personalmente, no me parece una gran noticia, la verdad. O sea, que a ver si quien alimenta a la ultraderecha viene siendo el mismísimo Gobierno, quién sabe si para fastidiar un poco al recién llegado Núñez Feijóo.
Pero he de reconocer que el partido de Abascal, al margen de decir cosas como que los periodistas somos ‘unos lacayos’, está tascando el freno, poniendo coto a sus demasías y hasta pasando por el aro del autonomismo y del europeísmo, que, son a mi juicio, las únicas soluciones que ahora nos quedan, haga lo que haga y diga lo que diga el tan traído y llevado Consejo Europeo de este jueves.
Un foro donde no se molestan en culpar a los populistas de todo lo malo que nos pasa, aunque cierto sea que el populismo, empezando por su máximo representante Putin, algo tiene que ver con nuestros problemas. Pero ya le digo: sospecho que ni los camioneros, ni Rufián, ni usted, ni yo, somos quienes estamos dando de comer a la ultraderecha.
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