‘Déjà vu’ en Sada. El municipio cambia de alcalde tras una agitada moción de censura, ante más de tres centenares de ciudadanos y un importante dispositivo policial, tanto en el interior como en el exterior de la Casa da Cultura del Pintor Francisco Lloréns. La maniobra, impulsada dos cinco ediles del PP –expedientados– dos del PSOE y dos de Alternativa dos Veciños –en ambos casos, expulsados de sus respectivas organizaciones– aparta a Benito Portela, de Sadamaioría, para situar a María Nogareda, quien encabezó la candidatura menos votada en 2019, en la primera alcaldesa de Sada. En dos meses y dos días se cumplirán 19 años de la operación que, con ingredientes similares, acabó con Abel López Soto en la oposición, desplazado por Ramón Rodríguez Ares.
El alcalde saliente, Benito Portela, llegó al auditorio con unos veinte minutos de antelación, acompañado por los ediles de Sadamaioría y del BNG. Casi con la campana, por una puerta trasera, los nueve firmantes de la moción, elegidos en los últimos comicios como representantes del PP, el PSOE y Alternativa dos Veciños. Los abucheos –incluidos los del alcalde oleirense, Ángel García Seoane, especialmente indignado con la actitud de los dos ediles electos en 2019 al amparo de AV– resultaron ensordecedores y apenas se escuchó a la secretaria, encargada de exponer los motivos de la censura contra Portela.
Además de Seoane, otras caras conocidas como el exvicepresidente de la Xunta Anxo Quintana (BNG) o lo exalcaldes de Santiago y Ferrol, Martiño Noriega (Compostela Aberta) y Jorge Suárez (Ferrol en Común), o el candidato de la Marea Atlántica a la Alcaldía de A Coruña Xan Xove.
Entre gritos de ‘alcalde’ a uno y acusaciones de ‘golpistas’ y ‘corruptos’ a los otros, la sesión se desarrolló según lo previsto, inaudible por momentos, muchos reproches y una revelación de Portela que puso en pie el salón: “Anuncio a miña vontade e compromiso de presentarme como candidato á Alcaldía de Sada. Será a cidadanía quen terá ocasión de apoiarme o censurarme en maio de 2023”.
La candidata de la moción de censura, María Nogareda Marzoa, decidió no intervenir ante las continuas consignas de “vendida, vendida”, pero se mostró convencida de que “el tiempo pondrá a cada cual en su sitio”, atajó la nueva alcaldesa de Sada.
En el extremo contrario, el censurado sí intervino para cuestionar una operación que calificó de “golpe antidemocático” que “contradi flagrantemente os principios dos pactos antitransfuguismo”; insistir en que “non hai motivos reais para a moción, pois só motivos personais e personalistas a xustifican, porque o obxectivo de todos eles é eliminar políticamente a Benito Portela” y, visiblemente emocionado, aclarar que “será o pobo de Sada e non os tránsfugas quen decida sobre o futuro de Benito Portela”.
“Foi unha inmensa honra ter sido o voso alcalde”, añadió para, a continuación, Fernando Fariña, como portavoz de Sadamaioría, detallar “os expedientes encauzados”, señalar a los “feridos e escuros” y exhibir una camiseta con un mensaje que volvió a evocar a 2004 y que acabó coreada por la ciudadanía: ‘Nunca Máis’.