En el Centro Hitos, ubicado en la calle Etiopía n 10 bajo, Perillo – Oleiros, se dedican a mejorar el desarrollo infantil a través de intervenciones especializadas que integran el poder terapéutico de los animales. Su filosofía se basa en el enfoque de la Integración Sensorial, que es el proceso neurológico que ocurre en el sistema nervioso cuando percibimos lo que nos rodea a través de los sentidos. 

Para garantizar la efectividad de sus terapias, comienzan con una valoración inicial exhaustiva. A través de entrevistas y pruebas específicas y estandarizadas, identifican las fortalezas y necesidades de cada niño. Esta evaluación proporciona una base sólida para diseñar planes de tratamiento personalizados que aborden sus desafíos de manera integral. 

El equipo de terapia asistida con animales, compuesto por perros y caballos, desempeña un papel esencial en el proceso de intervención. “El vínculo humano-animal que se forma durante las sesiones terapéuticas tiene efectos positivos en la calidad de vida de los niños. La interacción con los perros, por ejemplo, no solo transfiere calor corporal que induce la relajación muscular, sino que también ayuda a reducir la presión arterial y estimula la liberación de oxitocina. Además, el hecho de cambiar de roles, pasando de ser cuidados a cuidadores, fortalece la autoestima y la confianza de los niños, lo que a su vez motiva su participación activa tanto en las sesiones terapéuticas como en las actividades diarias”, destaca Bárbara Gómez, terapeuta ocupacional, creadora y directora de Centro Hitos.  

La presencia de estos compañeros no solo aumenta la motivación y la participación de los niños durante las sesiones, sino que también contribuye significativamente a mejorar una amplia gama de habilidades, incluyendo las cognitivas, físicas, sensoriales, emocionales y sociales.

Las intervenciones con caballos ofrecen una serie de beneficios únicos. El calor y el movimiento del caballo transmiten una sensación de relajación profunda, que alcanza incluso la musculatura más profunda del cuerpo. El contacto rítmico con el caballo durante el montaje mejora la postura, el equilibrio y la coordinación, mientras que el cambio de roles, al convertirse en cuidadores del caballo, fomenta la autoestima y la confianza en sí mismos.

Es importante destacar que las terapias no se limitan a niños con diagnósticos específicos, sino que también trabajan con niños neurotípicos que enfrentan diversas dificultades de atención, escritura, o problemas de comportamiento. Adaptan sus intervenciones según las necesidades individuales de cada niño.