Yasmina Pardo González, podóloga: “Desde pequeña he vivido a través de mis abuelas las consecuencias que provoca la diabetes en los pies”

Yasmina Pardo González, podóloga: “Desde pequeña he vivido a través de mis abuelas las consecuencias que provoca la diabetes en los pies”
La podóloga Yasmina Pardo González

En un mundo en el que pasamos cada vez más tiempo de pie y en el que nos enfrentamos a una variedad de problemas relacionados con los pies, la figura del podólogo se vuelve esencial para nuestra salud. Visitar al podólogo de forma regular es crucial para tratar problemas específicos -callosidades, hongos o dolores en los pies-, pero también para prevenir complicaciones graves que pueden surgir de una atención inadecuada. 

 

En esta entrevista, la podóloga Yasmina Pardo González comparte su experiencia y sus conocimientos sobre el cuidado de los pies, la importancia de una buena salud podológica y cómo la atención profesional puede mejorar significativamente nuestro bienestar general. 

 

¿Qué te llevó a especializarte en podología? 

 

Desde pequeña he vivido a través de mis abuelas las consecuencias que provoca la diabetes en los pies. Ese primer contacto y la conferencia sobre el Grado en Podología en la Universidad de A Coruña, fue lo que me hizo tener claro que quería dedicarme a ello. 


¿Cuáles son los cuidados básicos diarios que deberíamos tener para mantener nuestros pies saludables? ¿Cuáles son los problemas más comunes que tratas?

 

Como profesional, tengo 3 puntos clave para el cuidado diario de los pies: 

 

  • Mantener una higiene diaria con jabón neutro, incidiendo en los espacios entre los dedos.
  • Cortar las uñas de forma recta. 
  • Hidratarlos diariamente con crema que tenga entre un 10 y un 15% de urea. 

 

Por otra parte, los problemas más comunes son los relacionados con la piel, las uñas y las alteraciones de la marcha: hiperqueratosis y helomas (durezas y callos), uñas encarnadas y verrugas plantares. 

 

¿Qué tipo de calzado recomiendas para el uso diario?

 

Debemos decantarnos siempre por zapatos con hormas anchas, suela antideslizante y sistema de sujeción. Evitar calzado estrecho y usar tacón en ocasiones puntuales. Tenemos que ser conscientes de que un mal calzado va a repercutir en la salud de los pies el día de mañana. 

 

¿Con qué frecuencia es recomendable que una persona visite a un podólogo, incluso si no presenta problemas evidentes?
 

Es recomendable que toda la población realice una revisión preventiva al menos una vez al año. En pacientes con factores de riesgo que acuden de forma rutinaria acostumbran volver a consulta entre 4 y 6 semanas para evitar complicaciones y mantener un buen estado de salud de los pies.

 

¿Qué relación tienen los problemas en los pies con otras condiciones de salud?

 

Cuando pensamos en la salud de los pies, no pensamos en cómo les pueden estar afectando algunas patologías sistémicas. La diabetes mellitus es una de las grandes enfermedades que va en aumento y que afectan a los pies. Algunos problemas incluyen la pérdida de sensibilidad, quemazón, hormigueo (neuropatía diabética), problemas circulatorios y la aparición de úlceras.  

 

Otra enfermedad muy frecuente y de tipo degenerativo es la artrosis, que provoca la inflamación y destrucción del cartílago de las articulaciones, provocando deformidades en los huesos, causantes de callos, durezas y dificultad para calzarse.

 

¿A qué crees que se debe el temor o la dejadez de muchas personas para acudir al podólogo, y cómo podemos cambiar esa percepción para fomentar una mayor atención a la salud de los pies?

 

La dejadez de las personas viene dado principalmente por el miedo a que tengan algo “malo” y al posible daño que les podamos hacer. Entre nuestras competencias está también realizar una buena educación podológica para llevar nuestro mensaje de salud a la población general. 

 

¿Cómo puede un podólogo ayudar a las personas que sufren de dolor crónico en los pies?

 

El tratamiento del dolor crónico adquiere mucha complejidad debido a que interfiere directamente en la vida cotidiana de los pacientes, su estado emocional, las relaciones interpersonales y el descanso. Nuestra labor como profesionales de la salud es la de exponerle al paciente todo el abanico terapéutico para paliar el dolor y aumentar su confort y la calidad de vida.

 

¿Qué mitos sobre el cuidado de los pies crees que es importante desmentir?

 

En las últimas décadas, el reconocimiento del podólogo ha ido creciendo, pero todavía hay muchos mitos y falsas creencias acerca de la podología y sus tratamientos, como por ejemplo:

 

  • “Cuantas más durezas se eliminan, más salen” (falso).
  • “Uso de remedios caseros para curar los hongos de las uñas” (falso).
  • “Los callicidas se deben usar cuando hay callosidades” (falso). 
  • “Los hongos de las uñas producen dolor” (falso).

 

¿Es cierto que cortar las uñas de forma incorrecta puede causar problemas como uñas encarnadas?

 

Correcto. Uno de los motivos de consulta más frecuente son las uñas encarnadas. Las uñas deben cortarse de forma recta, siguiendo la anatomía de la uña y evitando incidir y redondear los laterales.
 

¿Qué cuidados específicos recomendarías para aquellas personas que pasan muchas horas de pie durante el día?

 

Para quienes pasan mucho tiempo de pie, les recomendaría optar por un calzado cómodo y transpirable. Además, es importante mantenerse activos siempre que sea posible para favorecer la circulación sanguínea y el retorno venoso.

 

¿Qué consejos darías para cuidar los pies durante los meses más fríos del año?

 

En los meses de invierno son muy frecuentes las lesiones de la piel (durezas, callos, sequedad…) debido al uso de calzado cerrado. Es recomendable utilizar calcetines de fibras naturales (lana, algodón) para mantenerlos calientes,  utilizar cremas específicas para el frío, evitar el contacto directo con fuentes de calor y limitar el consumo de alcohol y tabaco ya que perjudica la circulación y aumenta la probabilidad de sufrir sabañones.

 

¿Cuál es la satisfacción más grande que encuentra en su trabajo como podóloga?

La mayor satisfacción proviene de ganar la confianza de tus pacientes y observar cómo has mejorado su calidad de vida. Recibirlos con una patología y ver que salen de la consulta sin dolor y agradecidos por tu trabajo.

Yasmina Pardo González, podóloga: “Desde pequeña he vivido a través de mis abuelas las consecuencias que provoca la diabetes en los pies”

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