Pediatras y pedagogos catalanes alertaron de los efectos del smartphone en niños y adolescentes tanto a nivel físico como psicológico y social, y abogaron por más concienciación y por hacer “acompañamiento” en la entrada al mundo digital.
El vicepresidente de la Societat Catalana de Pediatría, de la Académia de Ciéncies Médiques de Catalunya, Ramon Capdevila, afirmó que “hay evidencias científicas de la relación entre el uso excesivo del móvil con el surgimiento de ciertas patologías en los niños”.
A nivel físico, aseguró que los niños hacen “menos actividad y pasan más rato en el sofá”, lo que puede favorecer la obesidad, los problemas de articulaciones y la miopía. En el ámbito emocional, Capdevila indicó que, aunque las herramientas digitales sirven para facilitar las relaciones, pueden llevar también al “aislamiento social, a la soledad y tristeza, y a dudas sobre la imagen corporal”, por lo que apostó por una mayor concienciación en el uso de estos dispositivos.
Por otro lado, el miembro de la Comisión de Pedagogía y Escuela del Col·legi Oficial de Pedagogia de Catalunya, Joan Gamero, explicó que, a nivel pedagógico, el móvil “no compensa, porque hace que los alumnos no estén tan pendientes y que prioricen esta actividad y no otras como las relaciones personales o convivir”.
Así, afirmó que los alumnos se vuelven mucho más individualistas y que la “mochila de valores que cada niño va adquiriendo en la escuela, con el uso de las tecnologías y las pantallas, se limita mucho, porque hay una serie de patrones que no va recibiendo”.
Gamero advirtió de que el smartphone es un “nido de conflictos” en los institutos y llamó a regular su uso en la escuela, porque cree que si hay ordenador en el aula ya no es necesario el móvil y porque cree que los móviles no hacen falta para el aprendizaje.