El proyecto de ley orgánica de paridad seguirá su trámite en el Congreso, una vez que se rechazó la enmienda a la totalidad de Vox con el voto en contra del resto de grupos parlamentarios, si bien muchos de ellos avanzaron que tratarán de mejorar la norma con enmiendas parciales.

Con 310 votos en contra y 32 a favor del veto, el Congreso decidió  continuar tramitando esta norma que busca garantizar la paridad en los órganos de decisión públicos y privados, de forma que ningún sexo tenga un peso inferior al 40% en la dirección y el consejo de empresas, en el seno del Gobierno, en las candidaturas electorales y en los órganos de relevancia constitucional.

Durante su defensa del proyecto de ley, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, aseguró que “las mujeres representan más de la mitad de la población y, por tanto, deben estar representadas en la misma medida”, ya que su infrarrepresentación “es una pérdida para el conjunto de la sociedad”.

“La noción de democracia paritaria nace de la contradicción entre el aumento de mujeres en muchos de los ámbitos de la vida social y económica y su ausencia en los espacios de toma de decisión”, dijo la ministra. Se trata, añadió, “de romper los techos de cristal que todavía persisten” y de “avanzar de forma real en la igualdad efectiva”. 

Además, dejó claro que “la paridad no es una concesión graciosa, porque las mujeres ya están en plena igualdad de condiciones, en plena igualdad de mérito y capacidad para acceder a los puestos de poder y toma de decisiones”, sino que se trata de “hacer justicia”. 

La diputada de Vox Rocío De Meer defendió la enmienda a la totalidad presentada contra una ley que considera está pensada “para las élites, las ministras, las mujeres de los rascacielos”.
De Meer reprochó, además,  al Gobierno que “desprecie a la mujer que ha decidido cuidar”, lanzando un mensaje de desperdicio, inutilidad, fracaso y talento desperdiciado.