Unas 150.000 personas, según los organizadores, salieron a la calle este domingo en Madrid para protestar contra los “recortes” en el sistema sanitario y pedir más recursos y financiación, así como para defender “una sanidad madrileña pública, universal y de calidad” y terminar con la política de “privatizaciones y externalizaciones de servicios”.

 

Convocados por una treintena de asociaciones vecinales, sindicatos y profesionales de la salud como UGT, CCOO, FACUA o la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública (MEDSAP) - Marea Blanca, los asistentes a la marcha, 6.500 según Delegación del Gobierno, recorrieron la Gran Vía desde la Plaza de España hasta las inmediaciones de la estación de Atocha.

 

Al ritmo de batucadas y en un ambiente festivo y ruidoso, los manifestantes corearon cánticos como “sanidad pública” o “recortar en sanidad es un acto criminal” y expresaron su malestar con el Gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido por Isabel Díaz Ayuso, con pancartas como “Ayuso, abuso”, “no más recortes” o “recortar en sanidad mata”.

 

La música estuvo muy presente, acompañando las reivindicaciones de los manifestantes y aportando pequeñas escenas de color, como un círculo de pensionistas cantando el ‘Bella Ciao’ sobre un acordeón.

 

“Estamos cansados de las listas de espera; estamos hartos de las excusas que ponen desde el Gobierno regional (...). Están infrafinanciando la sanidad pública para dotar de recursos a la sanidad privada y esa no es la solución. La solución no es que tengamos que irnos a un seguro privado, la solución es que nos den un sistema de sanidad público y calidad para todos”, afirmó Marian Díaz, portavoz de la protesta, en declaraciones a los periodistas.

 

 

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez,subrayó que existen “muchos motivos” para salir a la calle y criticó al Gobierno de la Comunidad de Madrid, que en su opinión “solo piensa en los que tienen más y no reparte riqueza”, mientras que abogó por recaudar más impuestos para financiar los servicios públicos.

 

“Madrid es la comunidad más rica de España y la que menos invierte en sanidad; los hospitales están colapsados; la atención primaria es un desastre; las residencias de mayores están sin atender, incluso sin comida… Hay muchos motivos por los que manifestarse hoy en Madrid”, resumió.

 

Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, defendió la necesidad de invertir en el refuerzo de la sanidad pública madrileña, que, bajo su punta de vista, “ha sufrido mucho en los últimos años” por las “políticas de recorte” y el ”tensionamiento” del personal sanitario durante la pandemia.

 

 

La candidata de Más Madrid a la Presidencia de la Comunidad, Mónica García, señaló que movimientos como las mareas blancas o las manifestaciones en defensa de la educación pública son “normales” porque “se está poniendo en cuestión todos los pilares” del Estado de Bienestar.

 

Además, aseguró que, pese al fin de la huelga de atención primaria, la ciudadanía “sigue teniendo las mismas listas de espera y las mismas dificultades para tener acceso a un sistema sanitario en la región más rica de toda España”, una situación de la que ha vuelto a responsabilizar a la Isabel Díaz Ayuso, que con la sanidad madrileña “ha pinchado en hueso”.

 

En un acto de partido en Fuenlabrada, el secretario general del PSOE y candidato a presidir la Comunidad, Juan Lobato, criticó que "por primera vez en 40 años casi un millón de personas en listas de espera, cuando había 600.000 cuando llegó Ayuso" en 2019.

 

Por ello, el PSOE se rebeló ante que "Madrid tenga que ir a peor", con miles de familias sin sus médicos de urgencia y pediatras de toda la vida", y se situó como alternativa al Gobierno madrileño del PP para que la región "vaya a mejor".

 

La candidata de Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Alejandra Jacinto, dijo que la región “no tiene a una presidenta”, sino a “una comercial del grupo Quirón”, en referencia a Díaz Ayuso, que “no gobierno” sino que, en su opinión se dedica a hacer “carteras de clientes”.

 

“Es cierto que ha acabado la huelga, pero también es cierto que nos sobran los motivos para seguir defendiendo la sanidad pública, como las 900.000 personas en listas de espera o esos niños y niñas que no tienen un pediatra asignado”, denunció.