La OCU ha pedido a los organizadores de conciertos y festivales que no prohíban la compra en metálico de bebidas ni obliguen a hacerlo a través de pulseras adquiridas para ello, y ha denunciado además el cobro por vasos reutilizables cuyo importe no se reintegra al usuario.
Ante la nueva temporada de festivales y conciertos de música, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha puesto en marcha una campaña para recordar sus derechos a los usuarios, exigir el cumplimiento de la normativa a los organizadores y solicitar control y sanciones por parte de las administraciones.
Así, recuerdan que si el evento se cancela o si se modifica sustancialmente el programa del festival o concierto, el organizador o el vendedor de las entradas tiene que devolver el precio más los gastos de gestión. Y si no se ha realizado con bastante tiempo, el afectado puede exigir daños y perjuicios adicionales por el desplazamiento y el alojamiento.
La organización de consumidores denuncia los precios de reventa "abusivos", que multiplican por tres o por cuatro los oficiales y recuerdan la necesidad de una normativa que obligue a verificar la validez de las entradas "e impida que se desvíen miles de ellas desde las páginas webs oficiales al mercado de la reventa, como sucede con los principales conciertos o festivales".
La OCU también considera que debería modificarse la normativa respecto a la prohibición de entrada con comida o bebida en un sentido menos restrictivo y favorable a los consumidores mientras que recuerda que la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular exige que haya suficientes puntos de agua potable gratuita.
Asimismo, denuncia el cobro por vasos reutilizables (hasta 2,5 euros por vaso), sin posibilidad de recuperar posteriormente el importe adicional pagado por ellos cuando la ley, dice, obliga a los festivales a ofrecer al público la posibilidad de recuperar el dinero que pagan por ellos.
En muchas ocasiones -indica- las pulseras son el único medio de pago admitido en el recinto para la adquisición de bebidas y alimentos, una práctica contraria a la normativa de consumo, que obliga a los empresarios a aceptar siempre el efectivo como medio de pago. También critica el cobro de "comisiones abusivas" tanto para el cargo como para el reembolso del dinero cargado en las pulseras o aplicaciones de pago.
La OCU recuerda la necesidad de habilitar suficientes zonas de baños en el recinto y de respetar obligatoriamente el aforo máximo permitido.