La Sociedad Catalana de Pediatría (SCP) aconseja que el uso del móvil inteligente llegue cuando el menor tiene la suficiente madurez, lo que ocurre generalmente “en los últimos años de la adolescencia”, y circunscribe su uso en institutos “exclusivamente con finalidades educativas concretas”.
El documento “Salud digital en la edad pediátrica”, hecho público este viernes, recoge consideraciones y recomendaciones a las familias a partir de las conclusiones de un debate entre especialistas que tuvo lugar el pasado 25 de noviembre, en una jornada organizada por la propia SCP.
Las recomendaciones de los pediatras llegan en un momento de debate en el entorno educativo sobre el momento más oportuno para que los adolescentes tengan un móvil, por las consecuencias que están teniendo las redes sociales y otros contenidos sobre el rendimiento escolar, las relaciones sociales y los problemas mentales.
En este sentido, diversos movimientos de padres, entre ellos Adolescència Lliure de Mòbil -nacido en el barrio barcelonés del Poblenou-, reclaman que se prohíban antes de los 16 años y que queden limitados en los institutos.
La SCP no habla de prohibición pero recomienda en su documento que “el uso del teléfono móvil en los centros educativos y entornos de educación no formal se haga exclusivamente con finalidades educativas concretas o por motivos de salud”.
La sociedad científica señala que “esta medida quiere promover el desarrollo saludable, la disminución del malestar emocional y trastornos mentales, la disminución del ciberacoso escolar y no interferir en el aprendizaje”.
En cuanto a la edad para tener un primer dispositivo, la SCP establece una serie de recomendaciones que invitan a retrasar el momento más allá de los 12 años (la edad más común actualmente).
Así, en el capítulo dedicado a la franja de los 12 a los 16 años, la SCP aconseja que el uso autónomo del móvil inteligente llegue sólo cuando el adolescente tenga suficientes competencias digitales y logre madurez suficiente para actuar de forma responsable” y añade: “Estas cualidades y aptitudes, por lo general, están en fase de desarrollo en los últimos años de la adolescencia”, un periodo que se sitúa entre los 10 y 19 años.
Y si los padres deciden dar un teléfono a sus hijos, que sea “con datos limitados y con las herramientas de control parental”, añade el documento.
En este sentido, entre los 12 y los 16 años, los pediatras recomiendan que se trabaje en el fomento de un uso “autónomo y responsable” de las pantallas siempre vigilando que “no afecten a la interacción directa con los otros, el tiempo de estudio, el tiempo de ocio ni otras actividades cotidianas”.
Puede ayudar la redacción de un plan digital familiar con normas consistentes que debe cumplir toda la familia, aconsejan los pediatras.
Además, es fundamental que los padres “fomenten la reflexión sobre los posibles peligros del entorno digital”, que haya una “educación afectivosexual” y que estén atentos a cambios en los hábitos, rutinas, ritmo del sueño o estado emocional, sostiene el documento.
La SCP resalta que existe suficiente evidencia que relaciona el uso inadecuado de la tecnología digital con problemas en el neurodesarrollo y aprendizaje, la salud física, mental, social y afectivosexual.
En la franja de 6 a 12 años, la exposición a pantallas debe ser “limitada y supervisada”, con un tiempo máximo diario de 1 hora, y entre los 3 y 6 años debe ser de menos de 30 minutos diarios y no todos los días de la semana