La gestación subrogada sigue en el debate político, aunque el PP lo enfrió al decir que no toca ahora abordarlo, justo un día después de abrirse a una regulación, mientras que el PSOE mantiene su rechazo a esta práctica ilegal en España y añadió que “no es deseable que se haga en el extranjero”. El debate político abierto por la actriz Ana Obregón continuó ayer  y obligó a los partidos a aclarar sus posiciones.

Por ejemplo, la dirección nacional del PP se inclinó por abrir un debate para regular esta práctica con el requisito de que sea de forma altruista y no exista “en ningún caso” pago económico indirecto o directo a la madre gestante. Sin embargo, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, señaló ayer  que es partidario de abrir un debate sobre este asunto, pero “no ahora”, porque cree que “no es el momento” en la situación política española. No obstante, Feijóo insistió en la necesidad de debatir más adelante aspectos como la inscripción en España de niños nacidos por gestación subrogada en el extranjero, un asunto sobre el que puso ayer el foco el PSOE.

El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, planteó “reforzar” la legislación actual para “impedir” que haya personas que hagan uso de la gestación subrogada en el extranjero. Desde Ferraz recordaron que la gestación subrogada es ilegal en España y consideraron que “no es deseable que se haga en el extranjero”, pero insistieron en que no se debe “hacer caer el peso sobre un menor por los actos de un adulto”.

Aluvión de reacciones

En el PSOE el debate tuvo una consecuencia política, ya que el médico Oriol Lafau, sexto en la lista al Parlament balear por Mallorca para las elecciones de mayo, renunció a su candidatura tras saberse que es padre por gestación subrogada.

Por su parte, Cs aprovechó para registrar en el Congreso una proposición de ley para permitir la llamada gestación subrogada “altruista”, como ya hizo en 2017, lo que obligará a todos los partidos a posicionarse cuando se debata esta iniciativa en el Pleno. 

La portavoz de Cs, Inés Arrimadas, acusó al PP de ser un “blandiblú” respecto a la regulación. Y es que la práctica genera debate en el seno del PP, donde no todos comparten la propuesta de regularizarla. El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, dijo que no se atreve a dar “una opinión categórica” al respecto y el portavoz de campaña, Borja Sémper, indicó que registrar en España a niños nacidos por gestación subrogada en el extranjero está permitido y lo contrario sería condenarlos a una “muerte civil”.

Vox ya reafirmó el miércoles su rechazo a la gestación subrogada, una práctica que también censura la izquierda, empezando por el propio Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos.

Socios parlamentarios del Gobierno, como ERC y Compromís,  expresaron su rechazo a la práctica, pues creen que la maternidad no es un derecho sino un deseo y que hay otras vías alternativas como la adopción en lugar de “mercantilizar al ser humano”. Tampoco ve con buenos ojos la gestación subrogada el líder de Más País, Íñigo Errejón, que señaló, no obstante, que en su caso no tienen problemas si se trata de “comportamientos altruistas”.