Los príncipes de Gales se mostraron este sábado "extremadamente conmovidos" por la respuesta de la ciudadanía ante el anuncio de que Catalina está siendo tratada de un cáncer.
Un portavoz del Palacio de Kensington -residencia oficial de los príncipes- señaló que Guillermo y Catalina se sienten "extremadamente conmovidos por la calidez y el apoyo de la ciudadanía" y al mismo tiempo están "agradecidos por la comprensión de su petición de privacidad".
El hijo del rey Carlos III y heredero a la Corona y su esposa y futura reina quisieron responder así a los mensajes que han recibido "del Reino Unido, de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth) y de todo el mundo", después de que este viernes Catalina hiciera pública su enfermedad en un video.
Kensington ha informado de que no proporcionará nuevos detalles sobre la situación clínica de la princesa y que tampoco ofrecerá ninguna actualización el domingo.
Catalina seguirá de baja durante un tiempo indeterminado mientras se somete a un tratamiento de quimioterapia contra un cáncer que le fue diagnosticado tras someterse a una cirugía abdominal el pasado mes de enero.
Ni los príncipes de Gales ni sus tres hijos participarán dentro de una semana en el servicio religioso del domingo de Pascua en la capilla de San Jorge de Windsor, uno de los actos más tradicionales de la familia real.
Sin embargo, fuentes de palacio señalaron hoy que el rey Carlos III, que también está siendo tratado de un cáncer, confía en poder asistir a la ceremonia, que se celebraría en un formato más pequeño del habitual.
Esa limitación de asistentes se debe a que sus médicos le han aconsejado reducir el número de personas con quienes mantiene contacto.
Pese a todo, la presencia del monarca solo se confirmará en el mismo día del acto, en función de su estado de salud.