La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) hizo ayer un llamamiento a favor de la prescripción diferida de los antibióticos, es decir, que se receten en los centros de salud con la indicación de adquirirlos o administrarlos solo si los síntomas de la infección empeoran.
Con motivo del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, que se conmemora hoy, la Semfyc abogó por tomar medidas ante el incremento, a escala global, de las resistencias antimicrobianas, que en España provocan cada año 35.000 muertes.
Entre el 80-90% de las prescripciones de antibióticos se realizan en Atención Primaria (AP), y en el 50-70% de los casos se usan para tratar infecciones agudas del tracto respiratorio, aunque la mayoría son de etiología viral o bacteriana no grave.
Según la Organización Mundial de la Salud, el uso de antibióticos solo debería estar justificado en AP entre el 15% y el 20% de las infecciones respiratorias agudas, principalmente para infecciones del tracto respiratorio inferior. Este tipo de infecciones respiratorias ocupan buen número de consultas en AP por lo que, anualmente, se incide en la prescripción prudente.
El especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y miembro de la Semfyc, José María Molero, explicó que la prescripción diferida de antibióticos no se puede realizar en todos los pacientes, “solo en aquellos que aceptan la responsabilidad de decidir iniciar una pauta antibiótica”.
La prescripción diferida es una técnica fácil de implementar en consulta, que además de disminuir el uso innecesario de antibióticos, es una herramienta educacional, pues facilita el conocimiento del tratamiento sintomático de las infecciones respiratorias y el riesgo de generar resistencias.
Molero reconoció que a veces los antibióticos se prescriben por la incertidumbre del médico sobre el origen bacteriano de la infección e insistió en que el uso excesivo e inadecuado a nivel comunitario y hospitalario acelera la aparición y propagación de bacterias resistentes, uno de los grandes problemas de salud pública global.
La prescripción diferida puede utilizarse en infecciones agudas respiratorias no complicadas pero no se recomienda en el caso de infecciones potencialmente graves o en pacientes con riesgo de complicaciones por padecer otras afecciones y con edades superiores a los 80 años.