La vicepresidenta tercera para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, manifestó que está “tremendamente orgullosa” del papel de España y de la Unión Europea (UE) en la XXVII Conferencia de las Partes de la Convección Marco de Cambio Climático de la ONU (COP27), que terminó el pasado domingo en Sharm-El Sheikh (Egipto).
Así lo manifestó en la inauguración del Congreso Nacional de Medio Ambiente ayer en Madrid, donde valoró los resultados de la COP27 sobre los que indicó que tanto España como la UE seguirán impulsando la ambición climática.
Para Ribera es “casi imposible” acometer “tantas” transformaciones, sobre todo en la escala de valores de la sociedad pero advirtió de que no se puede jugar con las leyes de la naturaleza y de la física en un contexto de cambio climático. Así, precisó que se sintió “orgullosa” de la sociedad española, de la representación “extraordinaria” de los jóvenes españoles que trasladaron que “no quieren ser víctimas sino actores” contra el cambio climático y que llevaron a Egipto un discurso “refrescante” y con contenido.
También destacó la representación española con actores y representantes de diferentes sectores que participaron activamente en la Cumbre. Respecto al “orgullo” sentido por la acción de la UE, defendió que 2022 fue un año “tremendamente complicado” ya que tuvo que asumir un recorte del 40% del gas en un momento complejo y añadió que esto sirvió a algunos países como “excusa” para frenar la ambición climática.
En todo caso, garantizó que la UE seguirá incentivando la ambición climática con la aprobación de medidas del paquete ‘Fit for 55’. “Europa ha sabido estar a la altura de las circunstancias, pero el reto exigía un compromiso a la hora de reducir emisiones”, reflexionó, al tiempo que prometió que la UE seguirá incrementando la ambición y exigiendo que otros también lo hagan.
En relación a los resultados de la COP27, precisó que se superó la idea de que la adaptación a los efectos del cambio climático era una cosa menor y consideró que se entendió que “a mayor ambición en la reducción de emisiones, menos necesidad de adaptación y de construir resiliencia”.
Ribera dijo que el acuerdo para crear un fondo para compensar las pérdidas y daños en los países más vulnerables es un “paso muy importante” que era “necesario” y “justo” de cara a quienes viven en la desesperanza, pero admitió la dificultad que hubo para convencer a quien cree que fue abandonado en la apuesta principal, que la acción debía pasar por contener y asegurar los objetivos de acción climática que logren esa realidad. Por ello, subrayó que es “imprescindible” acelerar que la acción para la vulnerabilidad desaparezca lo antes posible.