Las embarazadas pueden ya proteger a sus bebés de hasta seis meses de la bronquiolitis y otras enfermedades respiratorias vacunándose, entre las 24 y las 36 semanas de gestación, con el primer suero para adultos que acaba de aprobar el Ministerio de Sanidad frente al Virus Sincitial Respiratorio (VRS).
La vacuna de Pfizer, está también indicada para los mayores de 60 años, pero por ahora el Sistema Nacional de Salud solo la financiará para las embarazadas, explicó en la presentación del fármaco el director médico de la compañía, José Chaves.
A la espera de las pautas que aún debe marcar la Comisión de Salud Pública, que debe decidir ahora su incorporación en el calendario vacunal para toda la vida, Abrysvo, nombre comercial de la vacuna, consta de una única dosis que se inyecta en el músculo de la parte superior del brazo y ya está disponible en farmacias por un precio de 234,95 euros con IVA.
Desde octubre, los recién nacidos están siendo inmunizados con nirsevimab, un anticuerpo monoclonal –no vacuna– que está desplomando las tasas de hospitalizaciones por VRS, que supone la segunda causa de muerte en lactantes menores de doce meses en el mundo.
Se estima que en España, las infecciones por este virus originan entre 7.000 y 14.000 hospitalizaciones anuales, es decir, un 2% de los casos, sin olvidar que el sincitial puede conllevar secuelas futuras, llegando a tener cuadros parecidos a los de asma en los cinco primeros años de vida.
Esta vacuna, la primera que llega a España para adultos y única que está indicada para mujeres gestantes, viene a ser una nueva herramienta con la que recibirán una protección pasiva a través de la placenta de sus madres.
Según María Garcés, pediatra del centro de salud Nazaret (Valencia) y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Vacunología, no debe hay “ninguna interferencia” entre ambos fármacos, que o “pueden ser complementarios”.
Pero el VRS no es exclusivo de los pequeños, aclaró Ángel Gil, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, sino que también impacta en los adultos a partir de los 65 años, sobre los que hay un infradiagnóstico pese a que en ellos hay más mortalidad intrahospitalaria relacionada con casos de este virus –8%– que con la gripe.
El 90% de la población de esta edad tiene una enfermedad crónica asociada, que se convierten en dos a los 75 y en al menos tres cuando se cumplen los 80, por lo que su protección frente a cualquier enfermedad respiratoria “resulta esencial”. Ángel Gil quiso insistir también en que la vacuna no evitará la infección, pero sí las hospitalizaciones y las muertes, igual que ocurre con el covid o la gripe.
Según su prospecto, Abrysvo se puede poner paralelamente con la vacuna de la gripe estacional. Como todo medicamento, tiene efectos adversos, siendo los más comunes en mujeres embarazadas el dolor en la zona del pinchazo, de cabeza, muscular y náuseas. Mientras que en los mayores, los más frecuentes fueron la fatiga, el dolor de cabeza, en la zona de la inyección y mialgia.
Pfizer inicia ahora dos ensayos clínicos para probar la vacuna en las franjas etarias de dos a 18 años y de los 18 a los 60 años con mayor riesgo de contraer VRS debido a afecciones subyacentes.