Los talleres infantiles son una gran ayuda para esos niños que necesitan un cambio de rutina y centrarse en otras actividades que no sea el ir y venir del colegio. Estar rodeado de otras personas de su edad y realizar una serie de actividades enriquecedoras es una experiencia que, a largo y corto plazo, van a terminar agradeciendo. Y, quién sabe, puede que también descubran una parte de ellos que no conocían, iniciándose en un nuevo hobby, como lo puede ser la pintura, la música, el baile...
En este caso, el arte es el tema central de Atelier con Julia, el taller que, tras las largas vacaciones de verano, ha vuelto a iniciar en octubre, marcando el inicio del curso. De la mano de la artista Julia Aguiar, los niños se aventuran en diferentes talleres que irán cambiando de tema y forma a medida que vayan pasando las semanas. Por ejemplo, ahora mismo, con motivo de las últimas semanas de octubre, sus talleres se centran en los temas que tienen que ver con la festividad de O Samaín.
Julia Aguiar ha vivido acompañada del dibujo desde que tiene memoria. “Guardo en mi memoria preescolar algunas imágenes de cuando aprendí a trazar, por ejemplo, una cara. También recuerdo la primera vez que -con una amiga y de forma clandestina- pinté la pared de casa con un rotulador rojo”, cuenta con gran entusiasmo, “la verdad es que no tengo muy buena memoria, pero de alguna manera, siempre he tenido claro que el arte ha sido muy importante para mí”. Estudió Ilustración en A Coruña y Bellas Artes en Valencia.
Su labor como tallerista para niños inició nada más terminó su carrera. En ese entonces, conoció a una mujer de Betanzos que tenía una academia de arte y quería cerrarla, por lo que le propuso a Julia que fuera ella quien abriera una y se llevara a sus alumnos. Así fue cómo estuvo a cargo de una academia de arte durante dos años, la cual estaba ubicada en una antigua tintorería. Al principio fue una tarea complicada, pues a Julia le costaba entender los intereses de los niños, por lo que terminó estudiando a fondo y, así, terminó haciendo un ciclo de Educación Infantil.
“Como ex-niña creativa que fui, lo pasé bastante mal en el sistema educativo. Creía que era tonta y que dibujaba mal. Además, me costó horrores terminar el instituto. Por eso, todo este nuevo aprendizaje me enseñó mucho de mí misma y de cómo tratar adecuadamente a los niños y niñas para mantener o, incluso, recuperar esa confianza en ellos mismos y propiciar a que florezcan sus talentos innatos de una forma sana y lo más libre posible. Eso me hace sentir muy realizada”, relata Julia.
Los talleres de Atelier con Julia usualmente no agrupan a más de 12 alumnos en total, pues la idea es que tengan un acompañamiento personalizado y cercano. Se agrupan en grupos de edades que van desde los 5 años hasta los 9. La duración total de los talleres oscila entre 1 o 2 horas. “Cuando los alumnos llegan verán sobre la mesa materiales preparados de una forma diseñada para despertar su curiosidad. Después les sugiero el tema y les enseño el uso de las técnicas. Normalmente las propuestas son abiertas y, aunque casi siempre siguen la idea que propongo, las personalizan y mejoran, es decir, las terminan haciendo más interesantes con sus propios aportes”, explica Julia.
El foco está en el proceso. Se usan materiales de todo tipo, desde aquellos de bellas artes hasta algo tan cotidiano como lo pueden ser materiales reciclados. En cuanto a la inspiración procuran siempre centrarse en referencias realistas, siendo el objetivo que los niños no usen como referencia algo ya creado, sino que dejen volar su imaginación.
Los talleres de Atelier con Julia van rotando con el paso de las sesiones, lo cual se debe principalmente a que están adaptados a las etapas evolutivas del desarrollo de los niños. Es importante que los niños experimenten con todas las herramientas posibles a través del fallo-error. Lo que importa en estos talleres es que empiecen a desarrollar su propio estilo y aprendan nuevos lenguajes expresivos. “Por eso cada día propongo algo nuevo, es decir, propuestas basadas en sus intereses, pero también relacionadas con las estaciones, las festividades del momento, nuestra cultura, la naturaleza o incluso otros artistas”, añade Julia.
En estos momentos es posible ver en directo una exposición colectiva de los alumnos de Tallerdepolo, la cual estará en el centro Cultural A Fábrica, en Oleiros, hasta el día 30 de octubre.
Julia lleva con la actividad de sus talleres desde antes de la pandemia mundial del COVID. De hecho, hasta ha tenido su pequeña “innovación” de talleres durante esta época tan dura. “Llevábamos unos días encerradas y escuché unos gritos por el patio de luces que decían “¡me aburro!”, así que saqué la cabeza por la ventana y pregunté: “¿y qué os gusta hacer?”. Las dos niñas que estaban ahí me respondieron al momento: pintar. Así que estuve todos esos meses haciéndoles propuestas de arte por la ventana. Llegué incluso a lanzarles cajas enormes de cartón. Ellas las hacían todas con mucho interés y me las enseñaban. También intercambiamos esquejes de plantas y otras cosas. Es una de las anécdotas más bonitas de mi vida”, relata Julia con emoción.
A través de estos talleres no solo se ha conseguido enamorar más de su profesión, sino que también es una actividad de lo más enriquecedora por la ayuda que le brinda a los más pequeños. Su intención principal es preservar la creatividad innata de los niños, promover la autoconfianza y que terminen desarrollando y experimentando con su propio estilo.