La cúpula del parque de Eirís albergó en el día de ayer un escenario absolutamente idílico. Tres generaciones reunidas, música tradicional y por supuesto, cerca de 100 kilos de fruta fueron los elementos sobre los que pivotó la Festa da Fresa del barrio coruñés.
“Llevamos esperando unos 15 minutos” aseguraba una pareja, que aguardaba en la interminable cola, compuesta por cientos de personas expectantes para recoger el ansiado premio.
La espera fue amenizada por la agrupación Donaire. El conjunto de jóvenes colonizó rápidamente el centro de la cúpula y, encajados en sus folklóricas vestimentas, animaron a los asistentes, incapaces de resistirse ante la tentación de seguir con el cuerpo las melódicas sintonías.
Los 24 grados y una leve brisa hicieron posible una asistencia masiva tanto de los vecinos del barrio de Eirís como de las zonas adyacentes. “Hoxe temos moi bo día, como casi todos os anos. Iso axuda moito”, reconocía Mónica Díaz, máxima responsable del evento.
Los más pequeños correteaban por las inmediaciones del parque, mientras padres y abuelos permanecían en la cola. Hasta que llegaron las 18.30 horas.
La degustación
Al fin se abrió la degustación gratuita de fresas, el momento que todos esperaban. “¡Están buenas, eh!”, afirmaba un vecino mientras se alejaba del puesto y asentía con rotundidad. Cinco personas llenaban sin para ni un instante los vasos con decenas de fresas. La gente empezaba a apelotonarse alrededor del fruto. “Ao final temos que ensinar as caixas valeiras para que os veciños vexan que non hai máis”, aseguraban entre risas los organizadores.
Algunos, ya fuera por hambre o por pillería, intentaban repetir o buscar una fisura en la cola para conseguir más fresas, siempre bien protegidas por los encargados del puesto frutero.
“Están riquísimas. Nosotros somos del barrio y venimos todos los días al parque, pero hoy es un día especial”, afirmaba una de las vecinas, bien acompañada por sus dos hijos y pareja.
Los asistentes disfrutaban mientras la música proseguía. Al poco de acabar con la degustación, empezó el IV Torneo de Fútbol de Eirís, donde participaron equipos como el Orzán o La Torre entre otros. Tras la entrega de trofeos y con la puesta de sol en ciernes, los asistentes a la Festa da Fresa se preparaban para la verbena mientras los chiringuitos de bebidas acababan de montarse. La orquesta New York cogió el testigo musical y la celebración confirmó su éxito un año más al prolongarse hasta la noche.
Las fiestas de los barrios de la ciudad continuarán hoy con el pregón y la actuación de la Tuna de Veteranos en el barrio de O Castrillón (a las ocho y media de la tarde en la plaza de Pablo Iglesias) y música en Azcárraga y mañana con la mejillonada en el barrio de Novo Mesoiro.