El punto limpio, a falta de una fecha concreta y oficial, al menos ya vislumbra su puesta en marcha. La inauguración está prevista para la primera quincena del mes de marzo, una vez que los trabajos que se están todavía ejecutando en la instalación finalicen y se cuadren las agendas de los representantes municipales y autonómicos, ya que hay que recordar que esta superficie se ha levantado con fondos de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas.
Hace más de un mes, cuando la titular de dicho departamento, Ethel Vázquez, visitó la localidad sadense para firmar un convenio de cara a reformar el entorno de la Iglesia Nueva –de cara a mejorar el tráfico en la entrada al centro de Sada–, ambas administraciones confirmaron que lo único que quedaba para rematar el punto limpio eran unas pequeñas actuaciones que debía afrontar el Ayuntamiento, trabajos que a día de hoy siguen en marcha, confirmaron fuentes municipales.
Se trata de obras para dotar a la instalación de suministro eléctrico y para instalar el sistema de abastecimiento de agua, con el fin de que se pueda inaugurar con todos los servicios en marcha, “no como ha sucedido con otros servicios en anteriores mandatos, como con el centro de día de Mondego”, reiteran desde el ejecutivo presidido por Ernesto Anido.
Este sería, por fin, el último punto limpio de la comarca, después de que el resto de ayuntamientos pertenecientes al Consorcio das Mariñas tengan operativa una infraestructura de este tipo desde hace ya muchos años.
importante
El gobierno local insiste siempre en la “importancia” de disponer de un punto limpio en el término municipal de Sada –está situado en la parroquia de Meirás, en el conocido Monte Perouteiro y de fácil acceso desde la Vía Ártabra–, ya que de esta manera se contribuiría, en gran medida, a evitar los vertidos incontrolados.
Una práctica que ha dado la impresión de aumentarse en las últimas semanas –incluso en la puerta del propio punto limpio–, pero que los operarios municipales, al tener conocimiento de ellos, los iban eliminando.
Así, los vecinos tendrían un lugar donde depositar todo tipo de residuos, incluidos grandes y pequeños electrodomésticos o aparatos electrónicos, sin tener que desplazarse a otros municipios vecinos como Oleiros o Bergondo –en los polígonos de Iñás o el de empresarios en territorio bergondés–.