“Es una alegría porque es una demanda histórica del barrio y muy necesaria”. El presidente de la asociación de vecinos de O Castrillón-Urbanización Soto Iar, Ramiro Otero, valoró ayer la apertura del procedimiento de adjudicación por parte del Ayuntamiento de la reforma de la plaza de la Concordia.

La actuación, recogida en los últimos presupuestos, tiene un presupuesto base de licitación de 257.273,60 euros y las empresas pueden presentar sus ofertas hasta el 29 de este mes. El proyecto, redactado por arquitectos de la empresa Naos 04 Arquitectos SLP, tiene un plazo de ejecución de cinco meses, por lo que los vecinos celebran que por fin se empiecen a dar pasos para reformar este espacio tan transitado.

El objetivo de la reforma es dotarla de nuevos usos, instalando juegos y elementos infantiles ampliando el rango de edad en el uso de la plaza. Así, el proyecto plantea la ejecución de dos zonas de juegos cerradas al tráfico por las jardineras existentes y la zona situada al oeste contará con un espacio de juegos dotado de tobogán y columpios sobre un arenero, mientras la del este albergará espacios de juegos infantiles con suelo de caucho.

“Queremos que la previsión de la parte de arena se pueda modificar porque dificulta, por ejemplo, el tránsito de un niño en silla de ruedas, por lo que queremos un suelo adaptado a los tiempos”, destaca Otero. La “tan ansiada” reforma también instalará bancos para los padres y personas a cargo de los más pequeños.

Complejo deportivo 
Otro de los asuntos que preocupan a los vecinos del barrio de O Castrillón es la creación del complejo deportivo, un asunto que trataron con el concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Juan Díaz Villoslada, el pasado miércoles en una primera reunión.

El pasado mes de mayo, el último día hábil del mandato de Marea Atlántica,  se aprobó el proyecto – con un presupuesto base de más de 2,2 millones de euros– para la implantación de dicha instalación, la cual albergará una piscina pública, un gimnasio y una pista polideportiva.

“Estamos esperando el paso definitivo, tiene que convocarse el consejo de la Empresa Municipal de Vivienda (Emvsa) –que asumió el proyecto y ejecución de la obra a finales de 2018–. Se trata de una demanda de hace muchos años por lo que solo deseamos que empiecen pronto las obras”, destacó Ramiro Otero.

El siguiente paso a dar es comenzar la licitación, contratar la actuación y ejecutar la obra, lo que hace complicado que pueda estar lista antes de final de año.

Una vez que esté ejecutada, la instalación deportiva será de titularidad municipal, de manera que se ampliará la oferta en la ciudad y sobre todo en el barrio, carente de estos espacios. Uno de los motivos en el retraso del proyecto, ideado en 2001 durante el mandato de Francisco Vázquez, es que gobierno de la Marea, tras su llegada al palacio de María Pita, decidió paralizar su redacción y encargar una obra diferente, a la que añadió el polideportivo.

Esto supuso un paso atrás en los tiempos en los que debía estar listo el complejo deportivo, que desde hace muchos años es la principal reclamación que hacen los vecinos.

La urbanización de la zona que da al parque de Oza, la humanización de la calle de Rafael Bárez Vázquez o el derribo o tapiado de las casas abandonadas que son “foco de trapicheo de drogas” son otros de los asuntos planteados por la entidad al responsable de Urbanismo en el Ayuntamiento, del que destacaron su recepción a la hora de sacar adelante los temas. “Dijo que algunos los tenía que estudiar, como es lógico, pero mostró interés en sacarlos adelante”, aseguró Ramiro Otero, que también demanda el impulso de los polígonos urbanísticos de la zona la remodelación de la calle de José María Hernansáez.