Millares de personas se echaron ayer a las calles de todo Egipto para tratar de resolver en ellas la aguda crisis política que sufre el país, dividido entre seguidores del presidente Mohamed Mursi y sus detractores.
Una persona murió ayer y otras 37 resultaron heridas en la ciudad de Beni Suef, al sur de El Cairo, en un ataque armado contra manifestantes opositores, informaron fuentes policiales.
Según explicaron las fuentes a la agencia oficial Mena, el fallecido es un joven de 22 años que murió en el hospital por las heridas sufridas.
Mientras cientos de miles de personas recuperaron los lemas que acabaron con el régimen de Mubarak y gritaron “Fuera” o “El pueblo quiere la caída del régimen” de Mursi, en la icónica plaza Tahrir y frente al palacio presidencial de Itihadiya.
No muy lejos de ese palacio, en el barrio de Ciudad Naser, una multitud de seguidores islamistas reivindicaron por tercer día consecutivo la legitimidad del mandatario, elegido en los primeros comicios presidenciales democráticos hace un año. n